Telefónica rivaliza con la banca al presentar uno de los mayores ERE en España tras la crisis

Tras la debacle de la Gran Recesión, que provocó en España unas elevadísimas cifras de desempleo y grandes despidos a un ritmo casi semanal, han sido dos los sectores que han protagonizado los grandes despidos: la banca y las telecomunicaciones. De entre los grandes expedientes de regulación de empleo (ERE) presentados en el último decenio, los presentados por empresas de ambos sectores copan los mayores puestos de una lista en la que el ajuste planteado la semana pasada por Telefónica —con 6.088 salidas, pendientes de concluir unas negociaciones con los sindicatos en las que la cifra inicial de 6.088 se ha reducido a 6.036 al bajar en 52 la afectación propuesta en Movistar+— se coloca cerca de ser el mayor de todos ellos.

Los bancos han despedido en total a cerca de 30.000 trabajadores a través de estos expedientes en 10 años. El trono como el mayor ERE en España desde mediados de la década pasada aún lo ostenta CaixaBank. En 2021, tras la absorción de Bankia, planteó un ajuste laboral de 6.452 trabajadores. Las operaciones de absorción han sido, de hecho, uno de los argumentos que los bancos han esgrimido a la hora de plantear estos despidos. Otro ejemplo es el Santander, que tras adquirir el Popular por un euro en 2016, planteó un ERE de 1.100 trabajadores. A él le siguieron otros dos ajustes, en 2019 y 2021, que sumaron un total de 3.800 afectados. Unicaja, tras fusionarse con Liberbank, prescindió de 1.500 trabajadores.

En esencia, y aparte de los despidos causados por operaciones corporativas concretas, los despidos en el sector financiero han llegado en dos oleadas. La primera fue justo antes de la epidemia por Covid, cuando pusieron en marcha un ERE no solo el Santander, sino también CaixaBank (con 2.000 bajas) o Bankia (2.500); en este caso, cuando estaban por separado. También el Popular, en sus estertores, hizo un ERE de 2.600 trabajadores antes de ser rescatado por el Santander.

La segunda remesa ocurrió a raíz de la pandemia, que disparó el uso de los canales digitales de las entidades y les hizo ver que podían dar otra vuelta de tuerca a la reducción de su red de oficinas. Al Santander y CaixaBank se le unieron en ese momento el BBVA, con 2.725 trabajadores, y dos expedientes en el Sabadell en 2020 y 2021, de 1.600 y 1.800 trabajadores, respectivamente. El BBVA también planeaba hacer un recorte de empleo si hubiese salido adelante la opa sobre el Sabadell. Pese a que el Gobierno había limitado la posibilidad de despedir durante los tres años posteriores a la operación, ampliables por dos más, el BBVA calculaba 235 millones en ahorros de personal con el cierre de unas 300 oficinas de la red conjunta. Aunque el banco de origen vasco no llegó a desvelar el número de despedidos, fuentes sindicales calculaban unos 4.000 afectados.

Por el lado de las telecomunicaciones, Telefónica manda. Más con el expediente que negocian las partes actualmente, el mayor de la década, con más de 6.000 despidos. El anterior proceso de ajuste de personal fue hace poco más de un año, en 2024, y afectó ya a 3.400 empleados. Antes, en 2021, realizó un plan de bajas incentivadas para 2.418 trabajadores y otro en 2019 para 2.600. Además de la teleco en la que participa el Gobierno con un 10% del capital, Vodafone ha hecho dos despidos colectivos, de 1.100 y 898 afectados, en 2019 y 2024. Y la sociedad surgida de la fusión entre MásMóvil y Orange despidió a unos 600 trabajadores tras la unión de ambas operadoras.

La tónica de los despidos colectivos tanto de los bancos como de Telefónica ha sido que se han producido en un entorno de paz social. En general, los expedientes se han firmado en acuerdo con los sindicatos. Y se han completado con salidas voluntarias, que en general han excedido las bajas planteadas inicialmente. Nada traumático. Está por ver si esta será la situación de los últimos despidos de Telefónica, que se negocia actualmente con los sindicatos. Estos han rechazado la primera propuesta de la empresa y la decisión de acometer estas desvinculaciones ha sido criticada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

A los despidos en banca y telecos se suman un goteo de otros sectores. Uno de los mayores empleadores de España, El Corte Inglés, realizó su primer ERE con 3.300 afectados. También en el sector de la distribución, Dia despidió a 1.600 personas en una complicada situación financiera, ante la presión de los bancos y en plena ofensiva de su actual dueño, el magnate ruso Mijail Fridman. Igualmente, destaca el expediente de Nissan, tras haber decidido cerrar su histórica planta de Barcelona en 2020.