Una huelga de los controladores en Italia obliga a suspender más de 330 vuelos, siete de Iberia

Una huelga de controladores aéreos, que protestan por la falta de renovación de su convenio salarial, que expiró hace dos años, ha obligado hoy a la compañía de bandera italiana Alitalia y a otras operadoras nacionales e internacionales a suspender 334 vuelos con salida y llegada a los aeropuertos italianos. La medida afecta a siete vuelos de la española Iberia que, con origen en Madrid y Barcelona, tenían como destino Roma, Milán y Bolonia.

De los vuelos anulados, que suponen cerca de la mitad del total, 166 son nacionales, 162 internacionales y seis intercontinentales. La huelga, que se desarrolla entre las 10.00 de la mañana y las 18.00 de la tarde y que se repetirá el próximo 20 de febrero, modificará el horario de 74 vuelos y afectará a más de 22.000 pasajeros.

También han suspendido sus conexiones con Italia Meridiana (20), Air One (50) y otras compañías europeas, como la española Iberia, que ha tenido que cancelar siete vuelos. La huelga, convocada por los controladores entre las 10 y las 18 horas en demanda de mejoras salariales y profesionales, ha sido muy criticada por el Ente Nacional italiano de Asistencia al Vuelo (Enav) porque se produce en medio de las negociaciones.

Un horizonte negro

A este paro le seguirá otro, el próximo día 19, de los trabajadores de Alitalia, en protesta por el nuevo plan de reestructuración de la compañía, que prevé el despido de 1.488 empleados y la transferencia de otros 1.200.

En el horizonte ya hay programadas otras protestas en el sector aéreo: de los pilotos de Alitalia el 9 de febrero y, de nuevo, de los controladores de vuelo de todo el país el 20 de febrero. Por su parte, los trabajadores de la compañía que gestiona el handling (servicios en tierra) del Aeropuerto de Venecia llevarán también a cabo mañana una huelga, que ha provocado la cancelación de diversos vuelos con destino a ese aeródromo, entre ellos dos de Iberia que tenían su origen en Madrid y Barcelona.

Además, el transporte público italiano se verá sacudido mañana viernes por una nueva huelga de los autobuses, tranvías y metro que circulan por las principales ciudades del país. Este paro, convocado por los sindicatos de base en contra del acuerdo al que en diciembre pasado llegaron con las empresas municipales las centrales confederales, preocupa a las autoridades por la posibilidad de que no se cumplan los servicios mínimos.