Dos hombres, una idea
Nadie entenderá bien por qué me dolió en el alma la muerte de alguien a quien en persona solo vi una vez y con quien no me relacionaba trato personal alguno. Yo sí. Díaz Pardo siempre me recordó a la persona más importante de mis 23 años. Por generación, el uno de 1920, el otro de 1921. Por físico, menudo, bajito. Por carácter, intenso, irónico, especial. Por la forma de ser y pensar, puro idealismo, lealtad y humildad. Y por la mirada. A mí, Isaac Díaz Pardo siempre me desarmó por la mirada.
Yo me crié en una cuna escorada a la izquierda en una casa en la que me enseñaron a amar lo diferente, pero, por encima de todo, a respetarlo. Sé que mi abuelo era un hombre como Isaac Díaz Pardo, convencido de la validez de un argumento progresista, amable y sincero. Si es verdad que los buenos se van a lo que los creyentes llaman cielo, solo espero que ambos estén teniendo una charla agradable. Lo que me apena es no poder escucharla.- Clara Bernal Castro. A Coruña.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.