El director de Mercedes dice a la plantilla que el convenio "hace realidad" el nuevo vehículo

En vez de anunciarlo con una fiesta, o en medio de una convención, o quizás con un discurso a la plantilla, el director de la planta de Mercedes en Vitoria, Emilio Titos, se limitó a enviar a los trabajadores una nota interna de agradecimiento en la que les felicita por la firma del convenio colectivo y les dice que con "vuestra aportación el proyecto VS20 se hace realidad en Vitoria". Es la austeridad alemana, pese a que el acuerdo garantiza empleo para los 3.200 trabajadores hasta 2024, unos 500 millones de inversiones y la incorporación de 30 nuevos trabajadores en los próximos años. Eso si, a cambio de contención salarial y de una rebaja en las condiciones de las nuevas incorporaciones, al menos durante tres años.

Hoy se le espera en Vitoria al vicepresidente ejecutivo de la división de furgonetas de Mercedes, Volker Mornhinweg, que comenzará a trabajar ya en la adaptación de las líneas de producción para acoger al nuevo modelo. Una señal más de que el convenio ha desbloqueado ese escenario. "Quiero agradeceros personalmente el ejercicio de responsabilidad del pasado 30 de septiembre al votar SÍ al nuevo Convenio Colectivo", envió Emilio Titos a la plantilla. "Esta responsabilidad nos asegura el presente y el futuro de nuestra fábrica. Con vuestra aportación el proyecto VS20 se hace realidad en Vitoria. Esta misma semana continuaremos trabajando con el señor Mornhinweg, nuestro máximo responsable de Vans, para valorar conjuntamente las modificaciones de la fábrica para el proyecto VS20". Titos concluye en el mensaje remitido a través de cauces internos que "ya está abierto el camino hacia nuestro futuro. Muchas gracias. Recibid un cordial saludo". Ya es pasado, pero en junio, Titos aseguró en Munich que "el futuro de la planta depende al 100% del nuevo vehículo" y pidió a los trabajadores un esfuerzo para "lograr establecer un marco de referencia para la vida de este vehículo". Después de siete meses de negociaciones, casi el 64% de la plantilla respaldó un convenio que ELA y LAB rechazan.