El foco está en las áreas

Al Barça ya le han marcado esta temporada dos goles en cinco partidos cuando la temporada pasada solo los recibió en cuatro jornadas: el Madrid, por dos veces en la Supercopa, el Milan en la Champions y la Real y el Valencia en la Liga. A veces le pierden los desajustes defensivos, y Emery le ha tomado la matrícula a Guardiola con Mathieu. Atacó ayer el Valencia por la banda izquierda con Jordi Alba de lateral y Mathieu de interior y los centrales del Barcelona fueron desbordados al menos tres veces: dos acabaron en gol y la tercera la pifió Soldado. La ausencia de un lateral derecho, puesto que Alves ejercía de extremo, dejó en inferioridad a la línea defensiva de tres zagueros del Barça.

A los azulgrana les costó superar la línea de presión del Valencia y a cambio se descompensaron con un dibujo (3-4-3) que funcionó muy bien ante el Villarreal y Osasuna, dos equipos que a diferencia del Valencia no tienen tanto juego por fuera, no son tan exteriores. Los barcelonistas se corrigieron en el descanso y mejoraron con los cambios. La conexión Messi-Cesc volvió a funcionar y el volante catalán alcanzó el gol del empate, el cuarto en cuatro en cuatro partidos de Liga, después de que Pedro también hubiera marcado en un balón servido por La Pulga. Menos fino de cara a gol, Messi estuvo majestuoso en las asistencias. Únicamente Guaita evitó al final el gol de Villa después de un toque del argentino. Equipo plagado de centrocampistas, las dos áreas han ganado protagonismo en el Barça y los goles se suceden en ambas.