Las pérdidas de 'El Mundo' se disparan y dejan al diario al borde de la quiebra técnica

La fuerte caída de los ingresos derivada de las menores ventas y del descenso de la facturación publicitaria provocaron que las pérdidas del diario El Mundo se disparasen en 2009. Según las cuentas que Unidad Editorial Información General ha depositado ante el Registro Mercantil de Madrid, los números rojos crecieron un 63% en el último ejercicio cerrado, provocando a la sociedad un creciente agujero patrimonial. Las pérdidas supusieron situar a la empresa con patrimonio neto negativo, lo que equivale a una situación de quiebra técnica, de la que ha logrado escapar al menos por el momento gracias a un préstamo participativo de su matriz, Unidad Editorial, que también atraviesa una delicadísima situación financiera.

Las cuentas muestran que la cifra de negocios se redujo un 22,6%, hasta 138 millones. Así, pese al recorte de gastos y la supresión de empleos, las pérdidas de explotación crecieron un 48%, hasta 8,54 millones y las pérdidas antes de impuestos se dispararon un 57%, hasta 9,35 millones. Las pérdidas netas aumentaron aún más, un 63%, hasta 5,5 millones. En los resultados ha pesado el esfuerzo en promociones realizado para sostener la difusión y evitar ser superado por Abc (que le ha recortado mucho terreno) como segundo diario de información general en España.

Esas pérdidas, unidas a las del año anterior, han dejado a la sociedad con unos fondos propios negativos de 8,8 millones de euros. Esa situación de virtual quiebra técnica no ha hecho a la empresa incurrir en causa legal de disolución gracias a que ha recibido antes del cierre del ejercicio un rescate en forma de préstamo participativo por parte de su matriz por importe de nueve millones de euros que vence el 31 de diciembre de 2012.

Unidad Editorial Información General es la filial que edita El Mundo y sus suplementos, pero en sus resultados no se tiene en cuenta la abultada deuda de Unidad Editorial. Esta última tuvo pérdidas aún mayores y el resultado de su negocio no permitía hacer frente siquiera a los intereses de esa deuda. En años anteriores, Unidad Editorial reconoció que necesitaba a su vez para su supervivencia el apoyo financiero de su matriz italiana, RCS, dada su elevada deuda y su incapacidad para hacer frente a ella por sí misma.