Un juzgado investiga el robo a un bufete especializado en urbanismo

El Juzgado de Instrucción número 4 de Bilbao ha abierto una investigación sobre el robo, cuando menos extraño, registrado en un despacho de abogados de la capital vizcaína. Pese a que los asaltantes emplearon casi media hora para forzar la puerta blindada de entrada -tuvieron que utilizar tres métodos-, al final solo se llevaron 450 euros. No dejaron ningún signo de desorden ni violencia en ninguno de los siete despachos del bufete, abierto desde hace más de 14 años. Como los abogados han llevado varias causas urbanísticos y medioambientales polémicos, una de las posibilidades que se manejan es que el robo sea un aviso para amedrentarles en su labor profesional.

El allanamiento del bufete ocurrió el pasado 21 de agosto, en los primeros minutos de la madrugada. El ruido causado al forzar la puerta alertó a un vecino, que llamó al teléfono de emergencias 112. Agentes de la Ertzaintza se trasladaron horas después al despacho para realizar una inspección ocular. El informe realizado constata que, salvo algunos archivadores y armarios abiertos, todo el bufete se hallaba en orden, algo inusual en cualquier robo.

Otro dato llamativo es que, si bien sustrajeron los 450 euros guradados en una caja, los ladrones no se llevaron varios talones al portador firmados en blanco, que se hallaban en uno de los cajones abiertos, depositados para un caso de una administración concursal, ni otras provisiones de fondos que se encontraban en los despachos ni ninguna pieza del material informático.

Además de una posible amenaza a los letrados, otra posibilidad que se maneja en la investigación es el hurto de información, ya que se pueden haber escaneado los ordenadores sin encenderlos, lo que no deja rastro alguno, según expertos policiales.

"No es normal el terrible orden que había. En cualquier atraco, se tira todo para buscar a lo que se ha ido", señalaba ayer uno de los letrados del bufete, quien destacó lo ocurrido con los 450 euros sustraídos: "Estaban en una caja ubicada en otro despacho y la dejaron justo a la entrada, para que se viera, y con unas monedas dentro".

Los daños en la puerta blindada revelan que los ladrones debieron de utilizar diferentes materiales: primero, una palanqueta; luego un punzón para romper la madera y, al encontrase con la plancha metalica, "la recortaron con una sierra de metal, llegaron al cajetín de la cerradura, lo volvieron a cortar y consiguieron quitar los cierres metálicos del blindaje", sostuvo el abogado.

Los atracadores se centraron solo en el bufete y no accedieron a ninguno de los otros locales y pisos del inmueble, la mayoría sin puertas blindadas. El allanamiento se produjo además en la madrugada del viernes al sábado, en la única semana del verano en que nadie trabajó en el despacho.

El juzgado aguarda ahora un informe de la Ertzaintza sobre posibles huellas de los autores o una hipótesis de lo sucedido.