El Ayuntamiento de Lugo dice que el vertido al río Miño fue intencionado

El vertido de gasóleo del pasado martes a la altura de la potabilizadora de Lugo fue intencionado. Así lo aseguró ayer el concejal de Medio Ambiente de la ciudad, Lino González Dopeso. El socialista explicó que aún están a la espera de los resultados de las investigaciones, pero dijo sospechar que "alguien haya levantado una tapa de un pozo del registro, situado en la zona del antiguo hotel Río Miño", lo que provocó el derrame de gasóleo que finalmente se vertió en el nuevo canal de la futura depuradora de Lugo.

González Dopeso aseguró que la planta de depuración de aguas residuales no ha sufrido daños "porque aún no entró en funcionamiento". Aún así, ha sido inevitable que el río se haya visto afectado, aunque por el momento el Seprona no ha podido determinar exactamente la cantidad de gasóleo derramada. Con todo, el edil estimó que no se trata de una zona muy amplia ya que, además, "se detectó muy deprisa".

El suceso debió de producirse al atardecer o por la noche ya que se necesita tiempo para abrir la tapa del registro, que se encontraba atornillada, según relató el concejal. Por ello no pudo ser consecuencia de un descuido, porque no consistía simplemente en levantar una tapadera, "sino que había que desatornillar".

La Confederación Hidrográfica, la primera institución en tener conocimiento del caso, fue la encargada de comunicar lo sucedido al Ayuntamiento de Lugo y al concejal de Medio Ambiente. Inmediatamente, se puso en marcha un dispositivo formado por una barrera natural de tierra y otros medios artificiales absorbentes, con el objetivo de frenar el vertido y evitar la contaminación en el cauce del río. Además, se hizo una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para que impulse la investigación.