Voluntarios patrullarán A Coruña para eliminar los malos olores

Cuando sopla viento de sur o suroeste, A Coruña entera se ve a menudo envuelta por un tufo que puede llegar a categoría de hedor nauseabundo. O al menos eso ocurría hasta que comenzó el plan especial de gestión de malos olores que lanzó hace cinco años el ayuntamiento. De los 80 a 70 episodios de pestilencia registrados anualmente, ahora sufre de 15 a 20. Y espera reducir ese número con la cuadrilla especial de 26 funcionarios voluntarios formados para detectar olores molestos y determinar su origen.

El éxito del plan radica también, según la edil de Medio Ambiente Nieves Vázquez, en la colaboración de las industrias con actividades más pestilentes: la refinería de Repsol, la planta de basuras de Nostián o la fábrica de elaboración de piensos Artabra. Las tres empresas, situadas en el polígono de A Grela, generan los mayores focos de hedores de A Coruña y aceptaron participar en el plan. Cada lunes y jueves, el ayuntamiento les remite un parte meteorológico para que cada empresa adapte su actividad a los vientos.

Los 26 voluntarios seleccionados por su capacidad y memoria olfativa patrullarán la ciudad. El grupo recibió una formación para ser capaces incluso de identificar no sólo el origen de un mal olor, sino incluso que tipo de actividad, en el proceso industrial de una empresa, lo genera.