La adaptación de 'A esmorga' triunfa en los María Casares

A esmorga, de Sarabela Teatro venció anoche, aunque por la mínima, en los premios anuales María Casares al lograr cinco de los doce galardones a los que aspiraba. La adaptación a los escenarios de la obra de Eduardo Blanco Amor, dirigida por Ánxeles Cuña, fue consagrada como mejor espectáculo y también mejor escenografía en la gran gala anual del teatro gallego, celebrada anoche en A Coruña. Pero fue el montaje de Lagarta, Lagarta, O segredo dos Hoffman el que se llevó el premio a la mejor dirección. Aunque Rosa Álvarez tuvo que compartirlo en un reparto muy reñido de los premios del teatro gallego con Artur Trillo, responsable de Palabras encadeadas, de Talía Teatro.

En una gala ambientada como un musical de los años 30 con guiños a todas las artes escénicas, la veterana escritora y luchadora feminista María Xosé Queizán reivindicó el compromiso público y ético del teatro, "genero político por excelencia" y reclamó la movilización de la gente de la escena "en una sociedad tan necesitada de transgresión y acción". Pero no hubo quejas o críticas oficiales del teatro gallego, sino todo lo contrario: el presidente de la Asociación de Actores e Actoras de Galicia, Vicente Montoto, incluso se jactó de la buena sintonía con la Xunta del PP, en la que su profesión hizo "amigos importantes" y encontró "consenso y respuesta" a los problemas del arte dramático, aseguró. Entre el público, estaba el conselleiro de Cultura, Roberto Varela.

El grito vino de Rebeca Montero, que recogió el premio a la mejor actriz secundaria con un encendida reprobación al decreto sobre el gallego en la escuela. "Esto sólo se arregla con cultura", reclamó entre la ovación y los "¡bravo!" de sus compañeros.