El mundo a 1,2 metros de altura

Los derechos de los niños son conculcados a diario en todas las esquinas del mundo aunque muchas veces ya nadie repara en ello sea por cotidiano, aterrador, desconocimiento o sencillamente por falta de perspectiva de adultos que se olvidaron como es vivir a escasa distancia del suelo. Sacar a la luz esas situaciones es precisamente el objetivo de la exposición fotográfica A 1,20 metros: los derechos de la infancia vistos desde su altura que, procedente de Madrid, inició ayer en el Colegio de Abogados de A Coruña un recorrido por las ciudades gallegas. Son 40 instantáneas tomadas por 20 fotógrafos consagrados y otros tantos noveles en todo tipo de situaciones y países que reflejan tanto lo positivo como lo negativo captado a través de la mirada de un pequeño.

Niñas alegres en una aldea en guerra o con un condón inflado como balón

La alegría de unas niñas jugando en su aldea en guerra, la ilusión de otros improvisando un balón con un preservativo hinchado, la esperanza de un niño tumbado en una cama de hospital al agarrar la mano de un adulto o las risas de un menor apuntando a la cámara con una pistola casi más grande que él integran esta impactante muestra en la que participan reconocidos profesionales como Ouka Leele, Walter Astrada, José Cendón, Juan Medina, Cristina García Rodero, Enrique Meneses o Álvaro Ybarra.

Un millar de fotógrafos participaron en el concurso convocado por el Consejo General de la Abogacía, la Escuela de Fotografía EFTI y la ONG Espíritu Social convocado con el 50º aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño. El único requisito era que el fotógrafo se situase "física y simbólicamente a la altura de un niño para captar el mundo desde su mirada".

"Tanto la temática como el enfoque de la exposición nos recuerda que los derechos de la infancia son aún un terreno en el que es necesario trabajar", destacó ayer el presidente del Consello da Avogacía Galega, Jesús Varela. Sea en el primer o en el tercer mundo, se suceden las escenas de niños que ven sus derechos conculcados o que intentan hacerlos valer a pesar de toda la violencia, consciente o no, que se despliega a su alrededor.

Las 20 imágenes finalistas de un concurso que ganó Josep López Vañó y otras tantas que llamaron la atención del jurado conforman esta exposición itinerante que recorrerá hasta finales de julio las sedes de los colegios de abogados de las siete ciudades gallegas.