El consistorio de Castellón incumple su propio plan de estabilidad

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castellón ha conseguido que las previsiones de gastos se ajusten a las previsiones de ingresos con una futurible venta de suelo pero, aún así, el proyecto de presupuestos para 2010 tiene reparos para la intervención municipal. El consistorio tiene vigente, desde 2008, un plan económico financiero con el que busca el cumplimiento de la estabilidad presupuestaria. El plan recogía, entre otros aspectos, la necesidad de rebajar su deuda, este año, en 11 millones de euros. Sin embargo, el proyecto de presupuestos presentado por el PP sólo prevé el pago de 7,5 millones, tal como desveló ayer el grupo municipal socialista.

El incumplimiento del pago de deuda previsto en el plan de estabilidad obligará al ayuntamiento a reclamar la autorización de la Consejería de Economía, tal como recoge el informe de los servicios de Intervención municipal. Aún así, el escrito sostiene también que para alcanzar la estabilidad, el equipo de gobierno deberá, durante el ejercicio presupuestario, "adoptar medidas internas de ahorro de gasto" y "ajustar los gastos a las cantidades presupuestarias, tomando conciencia del carácter limitativo de los créditos aprobados". No son éstas las únicas advertencias que realiza el interventor que, tras comprobar cómo anualmente se pagan millones de euros de facturas por servicios realizados al margen de la ley de contratos, indica que se deben "evitar los reconocimientos extrajudiciales de crédito".

Las recomendaciones realizadas en el propio interventor en el plan económico financiero se reiteran en este informe relativo al proyecto de presupuestos en el que alerta de que el incumplimiento de las premisas para lograr estabilidad obligará a "gestionar la obtención de los ingresos de forma eficaz y eficiente".

Fabra, ausente

Para el portavoz del Grupo Socialista, Juan María Calles, el Ayuntamiento de Castellón "atraviesa una complicada situación financiera, con una deuda extrema que alcanzará los 135 millones de euros a finales de 2010". Mientras, el PP se "salta a la torera las exigencias legales y hace caso omiso de los acuerdos de pleno que instaban a poner orden en el desgobierno de las cuentas municipales" y el alcalde, Alberto Fabra, "está ausente de la gestión municipal y sólo piensa en cómo quitarle la silla a Camps".