Koldobika Jauregi propone un 'remolino' espiritual

Zurrunbiloka-Arremolinado. Bajo este título, al artista Koldobika Jauregi (Alkiza, 1959), expone en la galería Ekain de San Sebastián 23 piezas nuevas. Son 17 cuadros en acero, dos "ruedas" de madera y cuatro dibujos en papel, además de una docena de joyas en plata y oro. "Hay un poco de todo y, por eso, el título recoge esa idea de viento revuelto", comenta el artista.

Las obras reflejan temas recurrentes en los trabajos de Jauregi, quien combina elementos "religiosos o espirituales" de occidente, las cruces por ejemplo, con otros orientales, como los círculos, que en la tradición hindú simbolizan "la continuidad de las estaciones, el movimiento continuo".

En la muestra, los círculos aparecen en forma de dibujo pero también en dos "ruedas" de madera que evocan, asimismo, el ámbito rural vasco.

Los cuadros en acero se presentan en formato pequeño y grande. Son nuevos pero pertenecen a "colecciones más antiguas, igual de hace dos años". El acero está perforado, "para buscar la oscuridad", y tiene elementos en pan de oro, tinta y tiza.

"Siempre trabajo con la dualidad. El acero es un material pobre, y el oro más rico, también en cuanto a reflejo. Si bajas las luces, el oro se queda y lo demás pasa a la oscuridad. Esa es la lógica de los retablos de las iglesias", señala.