Fondos de rescate

Los problemas de las familias para atender a sus hipotecas y a sus deudas contraídas en esta pasada década de burbuja inmobiliaria se acrecientan día a día. Todos conocemos casos de allegados que se enfrentan al duro momento del embargo de todos sus bienes, incluida su casa habitual, tras el esfuerzo de toda una vida. La crisis, frente a las promesas de los políticos, se ceba en las clases menos pudientes y cada vez más en las clases medias.

Obama, en Estados Unidos, está simbolizando cada día más la esperanza para los que sufren la crisis y así en su última medida aprobada dedicará 219.000 millones de euros para evitar la ola de desahucios y que se revisen las hipotecas que superen el valor de la vivienda.

Aquí en España la medida aplicada hasta ahora para hacer frente a este problema es la línea ICO de Moratoria Hipotecaria ampliamente publicitada durante meses pero que todavía hasta marzo no será de aplicación.

Mientras, a las familias, ante la falta de una Ley de Quiebra Familiar como la que existe en Francia o Bélgica, ampliamente reclamada por asociaciones de consumidores y usuarios, no les queda más remedio que solicitar la suspensión de pagos familiar a través de la Ley Concursal de marzo del 2004 prevista para las empresas pero que los tribunales en algunos casos han consentido su aplicación a las familias o enfrentarse al embargo de su casa.

Urge un mayor compromiso por parte del Gobierno con esta realidad que está empobreciendo a miles de familias españolas.