La carrera de Frederic: dos policías heridos

Un mal despertar. Es lo que generosamente podría decirse que tuvo ayer Frederic E. A., de Ghana. Y fue malo de verdad. Acabó detenido y con un tiro en la pierna. Uno de los dos policías municipales que osó levantarle del banco en el que dormitaba, en la plaza de España, se llevó una cuchillada de Frederic en la mano y un tiro accidental en el pie. El policía nacional del Senado que salió en su ayuda para detener al agresor acabó con otra cuchillada en el omóplato.
La historia empieza sobre la una de la tarde de ayer. Frederic E. A. está tumbado en un banco de la plaza de España, lugar de reposo habitual de indigentes. Una pareja de policías municipales que camina por allí identifica al hombre. Es un tipo peligroso y conocido por los agentes, según un portavoz municipal. Se acercan a él, le levantan y le dicen que se vaya, que ahí no puede estar. El hombre se encara con los agentes, saca un cuchillo y hiere a uno de ellos en la mano. En ese momento empieza una carrera cuesta arriba.
Frederic corrió casi 1.000 metros, parte de ellos con una bala en la pierna
El hombre está legalmente en España, pero tiene antecedentes
El agresor, de mediana edad, huye por un sendero de asfalto que conecta a plaza de España con el Senado y sube por la calle de Torija. A la altura de la plaza de la Marina Española, donde está el Senado, un agente del Cuerpo Nacional de Policía sale de su puesto de vigilancia para echar una mano a los dos municipales. Ya son tres los que siguen a Frederic. Pero lejos de amedrentarse, el hombre le clava al policía el cuchillo en el omóplato. Un segundo agente del Senado sale en ayuda de sus tres compañeros. Dispara en varias ocasiones, con tan mala suerte que le da en el pie al agente municipal ya herido por Frederic.
El agresor sigue incansable su marcha cuesta arriba, sin soltar ni un segundo el cuchillo. Los agentes le persiguen. Todos a excepción del municipal, que espera a que le trasladen al hospital 12 de Octubre, donde ingresará con pronóstico moderado. Perseguidos y perseguidores llegan a la calle de Leganitos. Ahí, a la vista de que Frederic no para, a pesar de que uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía le ha encañonado, el policía municipal ileso le dispara en la rodilla. "Un tiro en un punto no vital", asegura una portavoz del Ayuntamiento.
Pero ni así logran parar a Frederic, que sigue corriendo, como alma que lleva al diablo, aferrado a su cuchillo. Cruza por la calle de Leganitos, donde hay una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Ya le sigue un tropel. Según varios testigos, más de 10 agentes.
Frederic llega a la calle de Jacometrezo. Lleva una carrera de casi 1.000 metros. Y una parte de ellos con un tiro en la pierna. En esa céntrica vía, al lado de la plaza de Santo Domingo, pasa por allí una patrulla de antidisturbios. E interviene. Pistola en mano, los agentes le gritan "¡Alto!, ¡Alto!" y le piden que tire el cuchillo. Finalmente, logran rodearle. Frederic no se mueve. Tampoco suelta el arma. Está rígido. Los agentes le golpean con las porras hasta que logran reducirle. Es cerca de la una y cuarto de la tarde. Frederic se va detenido al hospital Clínico, con pronóstico grave, aunque no se teme por su vida. El policía municipal es trasladado al 12 de Octubre. El policía nacional acude a su mutua, herido leve.
En la calle de Jacometrezo ayer quedaban manchas de sangre. El hombre cayó a la altura del café Oba-Oba. "Hemos visto al negro, porque era negro, y como no sé su nombre no puedo llamarle Pepe, de pie, parado. La policía le hacía corro, pero no se acercaba a él. Le tenían miedo", explicó Ágata, que remarcó que trabaja en un centro de reprografía de Jacometrezo. "Le pegaban en las piernas, con la porra, pero no demasiado fuerte", siguió la mujer. A su entender, incluso con poca contundencia. "Deberían haberse echado encima o algo", sugirió. Los clientes de la cafetería Domingo's, que disfrutaban de una cañita al sol cuando se vieron asaltados por la refriega, corrieron a refugiarse dentro del local, contaba un empleado de la cafetería. "Con los tiempos que corren, esto lo vamos a ver cada vez más a menudo", auguró el hombre.
Frederic E. A. tenía permiso de residencia en España, pero desde la Jefatura Superior de Policía detallaron que tiene un amplio abanico delictivo: resistencia y desobediencia, atentado contra la autoridad, amenazas y robo con violencia. También tiene pendientes dos causas en un juzgado de Valencia. A todo ello hay que sumarle ahora las heridas a dos agentes que le despertaron de su siesta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Del robo de votos en Extremadura a Arenas en 1993: el historial del PP cuestionando los procesos electorales
Acciona crea una comisión con el ex presidente de la CNMV y el jefe de EY en España para auditar su política anticorrupción
Análisis de ajedrez | Anand, de 56 años, doblega a Gukesh, de 18
Más de 50 heridos por los choques entre hinchas de Nacional y el DIM tras la final de la Copa Colombia
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”




























































