El Sporting salva el tipo en el descuento

Un Valladolid plagado de ausencias estuvo a un pelo de castigar anoche la falta de carácter de un Sporting que empezó el partido dormido y lo terminó desquiciado. La renta de dos goles de la ida casi se le atragantó al cuadro de Manuel Preciado, que salvó la cara gracias al olfato de Jorge en la prolongación. El defensa cabeceó con todo un córner botado por Omar. Al final, el conjunto de José Luis Mendilibar pagó la nula habilidad de Goitom con el balón en los pies.

El Valladolid no le dio la puntilla al conjunto asturiano porque, entre otras razones, el delantero sueco falló una ocasión clarísima ante Sergio Sánchez. El bigardo regateó fatal al portero y, esquinado, chutó demasiado alto. El gigantón, temible por arriba, fue un caramelo a ras de césped. El estado del terreno de juego no servía de excusa. La hierba de Zorrilla presentaba un buen aspecto pese a la nevada caída unas horas antes. Para consuelo para el Valladolid, Canobbio tapó las carencias de su colega. El medio aprovechó un envío raso desde la línea de fondo de Marcos que sólo tuvo que empujar a la red. Sergio Sánchez, un flan incapaz de dar dos pasos fuera de su portería, concedió todo tipo de ocasiones de las que Borja tampoco sacó provecho. El centrocampista cabeceó al travesaño sin que nadie le achuchara en el área.

El gol de Pedro León a falta de diez minutos enchufó definitivamente al Sporting, que no tuvo más remedio que salir de la cueva. Hasta entonces el grupo de Preciado había ignorado el balón a conciencia. La amenaza blanquiazul despertó de su letargo a la escuadra asturiana. Jorge, más pícaro que nadie, salvó sobre la bocina la irresponsable actuación de su equipo.