Frío en una noche de calor

Hacía tiempo que no se recordaba una inauguración tan discutida del Grec. "Muy frío", "en otro espacio tal vez, pero en el anfiteatro...", "no dudo que sea bueno, pero no es lo que esperas de un estreno del Grec", "me lo temía", "si lo sé no vengo". Estos eran algunos de los comentarios, bastante generales, que se podían escuchar a la salida de la función. El espectáculo, efectivamente, con su aire extemporáneamente vanguardista y su música disonante era demasiado riguroso para esa noche que se quiere mágica en la que el Grec inicia y marca su andadura. Algunos espectadores, comparando, comentaban lo acertada que había sido la inauguración del año pasado, con la bellísima danza de Sylvie Guillem y Akram Khan.

Enfin, el director del festival, Ricardo Szwarcer, anoche impertérrito entre los parterres, era bien consciente del riesgo y no es un hombre que rehúya la polémica.

La inauguración contó con una amplia representación del mundo cultural, mediático y político. Acudieron a la función el alcalde Jordi Hereu, el consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, y el líder de la oposición municipal Xavier Trias, además del ex presidente Pasqual Maragall, con cómodo calzado veraniego. Entre los críticos con el montaje, el director y escenógrafo Iago Pericot, que por la tarde, precisamente, se había disfrazado de menina en una performance en el Museo Picasso.

En todo caso, quedan 56 citas con este Grec nuevecito.