'Chica' de portada a los 82 años

Con una imagen serena, pero que retiene toda la firmeza que le procuró el sobrenombre de la Dama de Hierro, Margaret Thatcher ha accedido a posar para las páginas de la revista Vogue a sus 82 años. Ataviada con un vestido azul, color que ha convertido en su enseña, la ex ministra británica ejerció de modelo bajo la batuta de Mario Testino, autor de las últimas fotografías autorizadas de Lady Di antes de su muerte. "Cuando me instalé en el Reino Unido [en 1976] el país estaba empobrecido, pero ella logró realmente darle un impulso", ha declarado el fotógrafo peruano. No se trata del único artista rendido ante la figura de la baronesa. El fallecido fotógrafo Helmut Newton, quien la inmortalizó en un retrato destinado a la National Portrait en 1991, no ocultó nunca su tremenda "fascinación" por la mujer que llevó las riendas del Gobierno británico entre 1979 y 1990.

Maggie, el cariñoso apodo que le impusieron sus seguidores, apenas protagoniza hoy comparecencias públicas. Aquejada de una frágil salud -que ha provocado su ingreso hospitalario en meses recientes- vive volcada en la Fundación Margaret Thatcher, labor que compagina con asistencias puntuales a la Cámara de los Lores. Su nombre, sin embargo, es invocado con frecuencia no sólo por sus correligionarios (que en su día la derribaron del poder), sino también por destacados laboristas como Tony Blair y su sucesor, Gordon Brown. Uno de los primeros gestos que tuvo el actual primer ministro al desembarcar en el número 10 de Downing Street fue invitar a la baronesa a tomar el té, convencido de que ello contribuiría a apuntalar su imagen.

En un momento en que los tories lideran ampliamente todas las encuestas, la publicación de las fotografías de Thatcher -en el número de la revista que saldrá a la venta el próximo lunes- parece avalar que los conservadores vuelven a estar de moda en las islas británicas. Se trata de la cuarta vez que aparece retratada en la lujosa publicación a lo largo de los años, si bien es la primera que se enfrenta a la lente de Testino, conocido como el fotógrafo de los famosos.

La nueva chica Vogue intentó durante el posado esbozar una ligera sonrisa porque, tal como sentenciaba años atrás para sorpresa de sus detractores, "una aparece tan desagradable en las fotos cuando no sonríe...".