El dólar capea el temporal

Semana de pasión para el dólar. La divisa estadounidense cerró el viernes con sus primeros avances después de muchas semanas perdiendo valor frente al euro o al yen, ante la extrema debilidad de la economía estadounidense y las especulaciones sobre si las medidas de la Reserva Federal -el banco central norteamericano- lograrán restañar las heridas de la crisis financiera. El euro superó los 1,57 dólares por unidad el pasado lunes, pero cerró la semana en 1,54. Por dos razones fundamentales: la caída de los principales mercados de materias primas -que por fin parecen haberse creído que la crisis va a frenar su consumo, incluso en las economías emergentes- y la posibilidad de que Europa se vea más afectada por la crisis financiera.

El euro acumula todavía una revalorización del 5,5% en lo que va de año. Pero las expectativas han cambiado. Los problemas de las hipotecas basura siguen muy centrados en Estados Unidos, pero los mercados de divisas empiezan a descontar que las pérdidas derivadas de los préstamos subprime se propagarán a los bancos europeos. A la onda expansiva de las turbulencias hay que añadir la desaceleración de la economía europea.

"La eurozona no va a escapar de la crisis económica estadounidenses, y tan poco como el contagio se haga evidente, el euro sufrirá una corrección", aseguró David Bloom, economista de HSBC.

La evolución del dólar es parecida a la del petróleo: después de rozar los 108 dólares por barril el pasado lunes, el Brent -la variedad de referencia en Europa- cerró la semana con caídas, ligeramente por encima de la barrera psicológica de los 100 dólares por barril. "Los mercados de materias primas y monedas están muy interconectados: mientras los inversores deshacen posiciones en petróleo y oro, el dólar empieza a recuperarse", aseguró a Reuters Camilla Sutton, de Scotia Capital.