Un estreno sometido a un inútil debate

El debut de Jonás Ramalho con el Athletic en un amistoso promovió ayer un comunicado oficial del club en su página web reclamando "un ejercicio de responsabilidad a los medios de comunicación (...) en el tratamiento de las noticias que afectan a los menores". Nada nuevo si no fuera porque Ramalho es un jugador nacido en Barakaldo (Vizcaya) de raza negra, hijo de padre angoleño y madre vizcaína. Su debut ante el Amorebieta con 14 años inundó las páginas de los periódicos. Extrañó su convocatoria cuando aún es un jugador en edad infantil (aunque juega con los cadetes) y porque es el primer futbolista negro en vestir la camiseta rojiblanca con el primer equipo, aunque fuera en un amistoso. Al Athletic no le ha parecido bien que se hiciera hincapié en ese aspecto y señalaba en su comunicado que "son sus cualidades físicas y técnicas las que determinan su ingreso en Lezama [...], nunca el color de su piel, ni sus creencias religiosas o políticas".

Ramalho es uno de los futbolistas más prometedores de la cantera, según señalan distintos técnicos, y al que el entrenador, Joaquín Caparrós, decidió incluir en la convocatoria a pesar de su edad (junto a otro cadete, Muniain, de 15 años). En las informaciones publicadas sobre su debut sólo subyace la normalidad del hecho sin valoraciones añadidas al color de su piel. Ramalho, lleva en el Athletic desde la categoría de alevines. La duda es si es oportuno que un niño juegue con el equipo profesional. La nota del Athletic no lo aclara.