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Construcciones Fontenla, una empresa mediana con una facturación en 2005 (último dato disponible) de más de 16 millones de euros y unos beneficios de 1,3 millones, se convirtió en un quebradero de cabeza para la familia cuando Antonio empezó a multiplicar su presencia en órganos patronales y se alejaba cada vez más del día a día del grupo, del que era consejero delegado.

En marzo de 2001, Antonio Fontenla (A Coruña, 1945) se hizo cargo de la presidencia de una maltrecha Confederación de Empresarios de Galicia y en mayo de 2005 fue reelegido. Es, además, presidente de los empresarios coruñeses y, desde 2002, vicepresidente primero de la Cámara de Comercio de A Coruña.

Fue esa omnipresencia y otras actividades privadas al margen de la familia, como los negocios hidroeléctricos y eólicos, lo que avivó los recelos por parte de sus hermanos, liderados por Manuel, y acabó finalmente por enconar las relaciones. Entre sus actividades paralelas a la empresa familiar destacan sociedades promovidas y vendidas a la mujer y los hijos del ex alcalde coruñés Francisco Vázquez, hoy embajador en El Vaticano.