Los sindicatos de Osakidetza auguran un conflicto "largo" tras el decreto

Un día después de que el Gobierno aprobara el decreto que regula condiciones laborales en Osakidetza los sindicatos trataban todavía de digerir lo que eso supone. Aunque de alguna manera se lo esperaban, la decisión les aboca a un cambio de estrategia. Con todo preparado (seis paros parciales previstos para enero y febrero) para intentar forzar al Ejecutivo a seguir negociando, se han encontrado con las puertas cerradas y con las condiciones laborales impuestas para tres años. Con este panorama, los sindicatos advirtieron ayer de que el conflicto que se avecina será "largo".

Con su decreto, el Gobierno toma ventaja y confía en que las subidas salariales contempladas (una media de un 15%, aparte del 4,2% de subida general para todos los funcionarios del Gobierno) en las primeras nóminas tengan un afecto pacificador sobre los trabajadores. Según los sondeos que baraja, la mayoría de la plantilla no ve con malos ojos las medidas recogidas en el decreto, entre ellas la carrera profesional para todos los colectivos. Estos sondeos habrían animado al Ejecutivo, consciente de que tiene a los médicos de su parte, ya que las principales mejoras van para ellos.

Los sindicatos se preparan para una batalla de fondo. Aunque sus últimas movilizaciones (huelgas generales y paros parciales) se han dejado notar, en ningún caso han logrado paralizar los servicios. El desgaste de persistir en esa línea les podría pasar más factura a ellos que al propio Departamento de Sanidad. "El decretazo", señalaron ayer, "no nos va a cambiar la agenda". "Esto supone que el conflicto va a ser largo, por lo que mantenemos las movilizaciones que ya estaban convocadas para el mes de enero, y resideñaremos las convocadas para el mes de febrero", indicaron.