20.000 belgas protestan por el alto coste de la vida

Una marea humana rojiverde inundó ayer el centro de Bruselas a ritmo de matraca y trompetas. Hasta 18.000 personas según la policía y 25.000 según los organizadores acudieron ayer a la llamada de los principales sindicatos belgas para pedir a los políticos que desde hace seis meses intentan sin éxito formar Gobierno que dejen atrás las disputas competenciales entre flamencos y valones y escuchen las preocupaciones de los trabajadores. Y, como asunto prioritario, exigieron iniciativas para mitigar el impacto de la subida de los precios de los alimentos y la energía.

Los sindicatos se quejan de que la crisis política que mantiene a Bélgica sin Gobierno desde el pasado mes de junio ha impedido que se aprueben medidas como ayudas para paliar la espectacular subida de la calefacción. Como en otros países europeos, también ha habido incremento notables en el precio de la leche, el pan o la gasolina en los últimos seis meses.

Durante este periodo de presión inflacionista, el país ha estado dirigido por el liberal flamenco Guy Verhofstadt, derrotado en los pasados comicios. Verhofstadt se ocupa de "los asuntos corrientes del país" a la espera de que se forme un Gobierno interino con poderes para aprobar medidas presupuestarias. Ayer, al término de la manifestación, los dirigentes sindicales se reunieron con el dirigente belga, quien según los representantes de los trabajadores, se comprometió a adoptar medidas de transición.

Repunte internacional

"Hemos venido para decirles a los políticos que la pelea comunitaria

[sobre las competencias de las regiones] es estúpida. Que queremos que se mantenga la solidaridad entre los trabajadores flamencos y valones", sostuvo el joven Simon Hipkens, venido desde Lieja para participar en la marcha. Dos manzanas más allá, el trabajador de una multinacional de seguros Morits Weoutrs, convertido en cartel humano pedía a los políticos que trabajen "24 horas sobre 24" para solucionar la crisis política.

La subida de los precios internacionales de las materias primas se deja notar en muchos países. La inflación en la zona euro (3,1%) ha alcanzado su mayor nivel en seis años. En Estados Unidos supera ya el 4%. Y en China, roza el 7% anual, récord de los últimos 11 años.