Que me aspen

La Ley 19/1991 del Impuesto sobre Patrimonio, en su exposición de motivos, dice textualmente que con él se da cumplimiento "a lo que deben ser sus objetivos primordiales de equidad, gravando la capacidad de pago adicional que la posesión del patrimonio supone; de utilización más productiva de los recursos; de una mejor distribución de la renta y la riqueza y de actuación complementaria del impuesto sobre la renta de las personas físicas y del impuesto sobre sucesiones y donaciones". Eso dice, lo prometo.

Y dos párrafos más abajo añade que, además, este tributo "asume otros objetivos fundamentales como la consecución de una mayor eficacia en la utilización de los patrimonios y la obtención de una mayor justicia redistributiva complementaria de la aportada por el impuesto sobre la renta de las personas físicas". Cualquier persona que se sitúe en la izquierda ideológica estará encantado con un tributo así, ¿no es cierto?

Pues bien, este impuesto "de carácter directo y naturaleza personal que grava el patrimonio neto de las personas físicas" (artículo 1º de la misma Ley) es el que, en el caso de que gane las próximas elecciones generales, promete suprimir el Partido Socialista Obrero Español. Si entiendo algo, que me aspen.