Chirac, imputado por desvío de fondos cuando era alcalde de París

Desde que hace seis meses dejó el palacio del Elíseo y perdió la inmunidad, Jacques Chirac sabía que tarde o temprano iba a comparecer ante los jueces. Ayer, finalmente, el ex presidente francés, que cumplirá 75 años los próximos días, fue llamado a declarar por la juez Xavière Siméoni en condición de testigo asistido, una figura que acarrea la condición de sospechoso y permite ir acompañado por un abogado, y salió imputado por desvío de fondos públicos cuando ocupaba la alcaldía de París entre 1977 y 1995.

La imputación no implica necesariamente el procesamiento. En el primer caso, el juez cree percibir indicios contra una persona, que será procesada en el caso de que la instrucción los apuntale. Es la primera vez en toda la historia de la V República que un ex presidente es formalmente imputado en un caso judicial. Chirac ya fue llamado a declarar sobre el mismo asunto el pasado 19 de julio.

El caso de los llamados empleos ficticios en el consistorio parisiense, en el que están implicadas una veintena de personalidades de la derecha conservadora francesa, es una clásica trama de financiación ilegal de partidosde las que abundaron en este periodo, hasta que se reformó el modelo de funcionamiento de los partidos. Se produjo en el Ayuntamiento de la capital, una institución quefue ocupada por el Reagrupamiento por la República (RPR), el partido gaullista que lideraba Chirac y que en 2002 fue refundado como la Unión por un Movimiento Popular (UMP), hoy en el poder.

Durante el largo mandato del presidente François Mitterrand (1981-1995) sirvió como centro de poder a la derecha y como trampolín para la campaña presidencial que llevó a Chirac a la jefatura del Estado. El sumario se extiende también al mandato de Jean Tiberi (1995-2001), su sucesor en el consistorio, y las pruebas se basan principalmente en los llamados "encargados de misión", un eufemismo que servía para encubrir sueldos oficiales de empleos de favor o de puestos de trabajo ficticios para personalidades próximas a la RPR o que trabajaban, no para la alcaldía, sino para el partido.

En realidad, los jueces sólo han encontrado un caso en el que Chirac está implicado de forma directa: el de un chófer adjudicado a un ex prefecto cuyo salario fue pagado directamente por el gabinete del alcalde. Otro caso, el del sindicalista Marc Blondel, líder de Fuerza Obrera (FO), explica hasta cierto punto el sistema. Durante 10 años, el Ayuntamiento le pagó un guardaespaldas inexistente. Blondel acabó reconociéndolo y devolvió el dinero. Desde que a finales de la década de 1990 los jueces abrieron el sumario, cinco antiguos jefes de gabinete del Ayuntamiento han sido procesados y algunos, como el ex primer ministro Alain Juppé, han sido condenados. Chirac gozaba de inmunidad en su condición de jefe del Estado, lo que no ha impedido a la Justicia mantener vivo el sumario para encontrarle ya convertido en simple ciudadano. Chirac compareció a las 8.30 ante la juez Siméoni acompañado por su abogado, Jean Veil. Su declaración, en el despacho de la magistrada, duró tres horas aunque se realizó "en el mejor de los ambientes", según Veil. El ex presidente, que volverá a declarar en fecha próxima, fue interrogado sobre la organización del consistorio parisiense y "el organigrama de las responsabilidades de unos y otros".

En un artículo publicado en el diario Le Monde, Chirac asegura que esos contratos eran "tan legítimos como necesarios". "En ningún momento", añade, "los medios de la Alcaldía fueron puestos al servicio de otras ambiciones que la de actuar por el bien de los habitantes de la capital. Nunca hubo enriquecimiento personal".