La investigación descarta a ETA en el disparo a un militar y apunta a "un tema personal"

El sargento Miguel R. V., de 28 años, no fue la víctima de un atentado fallido de ETA. La Ertzaintza ha descartado oficialmente la autoría etarra (la policía y la Guardia Civil lo han hecho oficiosamente), tras tomar declaración al militar herido anteanoche de un disparo en un hombro junto a la residencia de Loyola (San Sebastián) y a un testigo. Las contradicciones en que ha incurrido el Miguel R., la versión diferente del testigo y otros "puntos oscuros" han llevado a los investigadores a la conclusión de que el incidente tiene su origen en un "asunto personal" del militar, sin precisar si es una cuestión pasional o de otro tipo. Algunas fuentes incluso han sugerido la posibilidad de una autolesión.

El militar declaró a la Ertzaintza que un hombre alto le había abordado sobre las diez de la noche en el camino de Uba. Miguel R. explicó que había forcejeado con su supuesto agresor, que le había disparado en el hombro y de frente. El militar, según su testimonio, habría repelido la agresión con su arma. Ésta fue la versión final que ofreció, tras dar al menos otras dos con variantes: en una eran dos los agresores y en otra le habían disparado desde un seto.

La Ertzaintza, la policía y la Guardia Civil no se creyeron el relato. El perfil del militar tampoco les gustaba. El 20 de julio, por ejemplo, fue detenido por la Policía Municipal de San Sebastián por resistencia a la autoridad, tras increpar a los agentes que estaban separando a otro militar que estaba golpeando a una tercera persona en la puerta del pub La Brecha.

El calibre de la duda lo dio ayer por la mañana Joan Mesquida, director general de la Policía y la Guardia Civil. Tras reunirse en El Pardo (Madrid) con Frédéric Pechenard, director de la Policía Nacional Francesa, en el marco de una cumbre policial bilateral, dijo: "Parece que la autoría de ETA ha perdido fuerza". Mesquida añadió que en la secuencia relatada por el militar había "puntos oscuros", había "contradicciones en sus declaraciones" y el testigo que auxilió al herido no lo había apoyado. La Ertzaintza, finalmente, y sin más explicaciones, descarta a ETA.