El PP rechaza crear en las Cortes una oficina de control presupuestario

La Mesa de las Cortes Valencianas rechazó ayer, con los votos del PP, la tramitación de una proposición no de ley del PSPV para crear una oficina parlamentaria de control presupuestario. Mientras, la junta de portavoces aprobó el calendario hasta el final del actual periodo de sesiones, incluidos los debates de Presupuestos. Por la tarde, las comparecencias en el pleno de los consejeros de Educación, Alejandro Font de Mora, y de Cultura y Deporte, Trinidad Miró, para explicar sus objetivos de gestión siguieron la tónica de la semana pasada, sin asomo de autocrítica.

No es que el PP no quiera una oficina de control parlamentario en las Cortes. Es que ni siquiera está dispuesto a que la propuesta presentada en tal sentido por los socialistas llegue a ser debatida en el pleno de la Cámara, donde a buen seguro, sería rechazada gracias a la holgada mayoría absoluta de la que disponen los populares. El portavoz adjunto del PSPV, Ángel Luna, quien anunció que su grupo recurrirá la decisión de la Mesa, explicó que la oficina de control presupuestario "existe en muchos parlamentos del mundo" y afirmó que la decisión de los populares supone "huir del control y la fiscalización por parte de la oposición".

En la junta de portavoces, que aprobó el calendario de sesiones hasta diciembre, incluidos los plenos de Presupuestos de la Generalitat, los populares ofrecieron a los grupos de la oposición su cupo de interpelaciones urgentes a los consejeros en cada período de sesiones, pero rechazó la petición de los socialistas de que renuncien a la pregunta semanal al presidente. El PP considera que el grupo que respalda al Consell no debe criticar su gestión, en referencia a las interpelaciones, mientras defiende que la pregunta de los jueves por la mañana "no es sólo de control al Gobierno sino también de impulso".

Por la tarde, en el pleno, continuaron las comparecencias de los integrantes del Consell para explicar los objetivos de sus respectivos departamentos. Ayer intervinieron el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, y la titular de Cultura y Deporte, Trinidad Miró. Como la semana pasada hicieron sus colegas, las intervenciones se caracterizaron por el autobombo, la ausencia de autocrítica y el recurso al supuesto "agravio" del Gobierno central.

Así, Font de Mora obvió los barracones en los que todavía estudian muchos niños y se defendió de las críticas que ha recibido su proyecto de crear aulas de convivencia para alumnos conflictivos, contempladas en el decreto de Derechos y Deberes que prepara su departamento, al señalar que están concebidas como una solución "temporal, puntual y esporádica". El socialista Adolf Sanmartín censuró la intervención "tremendamente triunfalista" de Font de Mora. Por su parte, Miró anunció la creación del Centro Teatral de la Generalitat y la promulgación de una nueva ley del deporte. Los portavoces de la oposición Ana Noguera (PSPV) y Josep Maria Pañella (Compromís) criticaron la "política de escaparate" del Consell y reclamaron una mayor promoción de la literatura, el cine y la música en valenciano.