La dignidad del 'reggaeton'

Hay mil artistas de reggaeton y luego está Tego Calderón. El cantante de Puerto Rico (Santurce, 1972) se sitúa dentro y fuera de esa música: destacó por sus agrias letras de crítica social, algo insólito. Y no se conforma con esos ritmos, los más populares del Caribe actual: también graba salsa, reggae y puro hip-hop. De visita por primera vez en España, en compañía del dúo K-narias, presenta -mañana en Madrid, el viernes en Tenerife y el sábado en Las Palmas- su cuarto disco largo, El abayarde contra-ataca.

Algunos le llaman "el Bob Marley del reggaeton". Él prefiere considerarse un músico que entró en esa música por casualidad. "Yo he tocado de todo, empecé con el heavy metal. Hace 12 años estaba haciendo rap cuando empezó el despegue del reggaeton. Así que soy parte del género y me siento agradecido de que me permita alimentar a mis tres hijos". Eso no le impide reconocer sus carencias: "Es bastante limitado musicalmente. Y cuenta demasiadas boberías. Ninguno de nosotros está a la altura de Ismael Rivera, Héctor Lavoe y los grandes salseros".

Cuestiones enojosas

En sus discos, Calderón plantea cuestiones enojosas, como el tratamiento de la población negra en los países hispanoamericanos. "Parece que el único tema de debate político en Puerto Rico es si nos convertimos en otro estado más de EE UU o si seguimos como hasta ahora. Yo planteo la cuestión racial: no es cierto, repito, no es cierto lo de que todos seamos iguales. Nunca se ha hecho justicia a la aportación africana. Los boricuas aceptamos la hispanidad pero olvidamos el otro componente". Tampoco cree que el reggaeton deba tratar exclusivamente esos asuntos: "Finalmente, es música para bailar y quizás una discoteca no sea el espacio adecuado para discutir problemas políticos. Está bien, nadie desprecia al bolero por centrarse sólo en el amor"

Se muestra tajante al reclamar su libertad para crear. "Al principio, chocó que yo incluyera en mis discos temas de salsa brava y tradicional. Ahora, ya se ha convertido en un tópico. Yo quiero conquistar el espacio necesario para lanzar discos enteros de salsa legítima o reggae profundo".

Para ello, cuenta con sello propio, Jiggiri Records, distribuido internacionalmente por Atlantic. A pesar de los rumores, niega que la multinacional quiera empujarle al crossover hacia el gran mercado: "He colaborado con Usher y otros artistas gringos a los que admiro, pero no me siento cómodo expresándome sólo en inglés".

En compañía de varias figuras del rap, Tego viajó recientemente a Sierra Leona, para filmar un documental sobre las circunstancias que rodean al negocio de los diamantes, tan apreciados por las estrellas del hip-hop. "Desde luego, he renunciado a la joyería, a cualquier objeto que pueda estar manchado de sangre. También me traje de África lecciones inolvidables: el espíritu de una gente que no tiene nada pero intenta vivir feliz. De eso trata el primer tema de mi nuevo disco, Alegría. Creo ser mejor persona después de ese viaje".

Aparte, está su carrera cinematográfica: se acaba de estrenar como actor -"Hago de villano pero simpático"- en Illegal tender y prepara una comedia. No quiso participar en El cantante, el biopic del gran salsero Héctor Lavoe que protagoniza Marc Anthony, y ahora ve confirmadas sus reservas: "Yo quería aprender algo sobre la relación de Héctor con su música, con sus compañeros. Pero había que meter a Jennifer López y lo han convertido en un drama de pareja".