Un marinero fallecido y otro grave en un barco español en Chipre

Dos hechos en principio aislados ocurridos entre la tripulación de un pesquero español que faenaba en aguas de Chipre despertaron ayer preocupación y mantienen el barco amarrado en el puerto de Limassol (al sur de Chipre). Un marinero del pesquero José y Rafaela, con base en Santa Pola (Alicante), murió la noche del martes y otro está ingresado grave desde el lunes en un hospital chipriota. "Una coincidencia muy desafortunada", explicó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El primer incidente se registró cuando el pesquero, que salió a faenar hace algo más de una semana y media, se encontraba en aguas de Chipre. Aquejado de una fiebre muy alta, el cocinero del barco, Manuel Antonio Cuadrado, de 53 años, tuvo que ser evacuado en helicóptero hasta el hospital de Larnaca. El marinero está muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos y anoche se desconocía la causa de su enfermedad.

Tras este incidente, el barco atracó en el puerto de Limassol. Allí falleció en la noche del martes el mecánico de la embarcación, José Giner Urios, de 38 años. En un principio, fuentes hospitalarias citadas por la radio estatal de Chipre sospechaban de una intoxicación alimentaria, pero la autopsia resolvió que la muerte sobrevino tras una "insolación muy severa" que produjo un "fallo sistémico importante". Asuntos Exteriores trabaja en la repatriación del cadáver.

El pesquero permanecía ayer amarrado. Las autoridades chipriotas realizaron una inspección sanitaria que descartó una infección. El barco contaba con 11 tripulantes, según el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, José Ramón García. El pesquero es propiedad del armador José López, que en junio sufrió un percance con otro barco, cuyo patrón desapareció mientras faenaba al sur de las Azores.