Interpretaciones dispares

Los mercados de valores continúan metidos de lleno en una situación en la que la volatilidad es la nota dominante, algo que para algunos inversores es la consecuencia lógica de "un ajuste tras la corrección de las sesiones anteriores" y para otros un "sinsentido", cuyo ejemplo más claro está en el castigo sufrido por Iberdrola y el Santander, una por comprar y el otro porque tal vez no pueda hacerlo.

Como en la jornada anterior, las cotizaciones han registrado numerosos altibajos que casi todos achacan al trading, la inversión a corto plazo que trata de sacar provecho de cualquier situación, por inestable que pueda parecer.

El Ibex 35 abrió con un recorte del 0,94%, para remontar luego posiciones hasta acumular una subida del 0,25%, momento en el cual entró en escena la Bolsa de Nueva York con la interpretación que los inversores hicieron de los indicadores económicos del día.

Al cierre de la sesión, los inversores europeos hicieron una lectura más negativa que los estadounidenses del dato de venta de viviendas nuevas del mes de mayo, que bajó el 1,6%, y del índice de confianza de los consumidores del mes de junio, que cayó más de lo esperado. Para los inversores europeos las malas noticias no parecen tener una segunda interpretación como es que impedirán a la Reserva Federal subir los tipos de interés, con lo que los mercados europeos bajaron en el momento en que la Bolsa de Nueva York ganaba unas décimas. El Ibex 35 terminó perdiendo el 0,63% y en 14.755,20 puntos.

La reacción del mercado ante la última adquisición de Iberdrola fue negativa al considerar cara la operación y la cotización de la eléctrica perdió el 3,80%, al tiempo que Santander perdía el 0,87% ante la posibilidad de que los planes de compra de ABN Amro se vengan abajo.

La contratación ascendió a 7.765,23 millones de euros.