Armando Rodríguez Casanueva, editor y empresario

El pasado 25 de mayo moría repentinamente en La Moraleja (Cáceres) Armando Rodríguez Casanueva, tras un ataque agudo de asma. Nacido en 1955 en Madrid, fue siempre un hombre generoso, emprendedor y audaz, tanto que sus proyectos surgieron demasiadas veces antes de que sus receptores potenciales estuvieran preparados. Sus inclinaciones personales le acercaron al diseño gráfico e industrial, en los que hizo notables incursiones, pero quizá su propia prodigalidad haya hecho que, al paso del tiempo, queden con más fuerza en el recuerdo las empresas por él fundadas que su talento para ponerlas en pie.

Vivió sus mejores años al principio de los ochenta, cuando arreció en Madrid la nueva ola que luego fue mal llamada movida. En una calle de Lavapies llamada Doctor Fourquet en la que ahora abundan galerías de arte y espacios para las artes escénicas, encontró una inmensa nave diáfana donde quiso combinar el estudio de las últimas tendencias en diseño con la comercialización de los muebles y objetos que éstas producían. El local se llamó, simplemente, Local, y por allí pasaron los entonces considerados arquitectos modernos (se hizo un prototipo de una preciosa mesa del también pintor y luego Premio Nacional de Artes Plásticas Juan Navarro Baldeweg), los diseñadores de moda en busca de un lugar en el mundo -allí montó su primer desfile Ágata Ruiz de la Prada- y todo aquel que quería ponerse al día.

Al mismo tiempo, con una formidable capacidad para desplegar sus afanes, Rodríguez Casanueva era el editor, inspirador y factótum de la revista Dezine, que en sus seis números y medio significó una renovación del periodismo hecho en la capital. La publicación sumaba las influencias del célebre Interview de Andy Warhol y lo último en la información y la crítica cinematográfica a las aportaciones del incipiente underground madrileño sin renunciar a una cierta ambición literaria. Allí firmaron en páginas contiguas Rosa Chacel y Ceesepé, Juan Carlos Onetti y Ouka Lele, Antonio Gasset, Lourdes Ortiz, Alberto Cardin, Carlos Berlanga, Ramón Colom y tantos otros. E hicieron algunas de sus primeras irrupciones en la prensa Iván Zulueta, Pedro Almodóvar y la precoz Alaska Gara Jova.

Con Armando se nos ha ido una especie única de creador desinteresado y un poco frenético que no miraba mucho a los libros de cuentas pero nunca dejaba a nadie en la estacada. Ha muerto en su retiro extremeño tratando de sacar adelante un pequeño bar en el pueblo que acogió sus últimos sueños .