Precursor del Che

He leído en EL PAÍS que la viuda de Ernesto Guevara ha publicado un libro de memorias centrado en la vida de su marido, desde una perspectiva intimista, que viene a completar la enorme cantidad de obras que han aparecido en los últimos años sobre el mítico y discutido guerrillero. Y, curiosamente, sobre su precursor en los Andes, Javier Heraud o Javier H (muerto en mayo de 1963, hace ya 44 años), poco se ha escrito. Salvo algunos artículos, sólo su hermana Cecilia Heraud y yo hemos publicado sendos libros sobre él y en ediciones de poca tirada.

Heraud murió a los 21 años en un encuentro desigual con las fuerzas militares de Perú, en Puerto Maldonado (departamento de Madre de Dios, en plena selva amazónica). Se dice que el Che lo apoyó en su aventura tropical porque en cierto modo iba a explorar el terreno y comprobar la posibilidad de crear una guerrilla en aquella remota región. Era un joven de Lima que abandonó su posición social, sus estudios y su familia en aras de un ideal revolucionario con tintes mesiánicos; se formó como guerrillero en Cuba y las autoridades cubanas le ayudaron a llegar a Bolivia pasando por Europa (obviamente, por el Barrio Latino de París, lugar donde podía darse esquinazo más fácilmente a los servicios secretos). Desde Bolivia accedió por la selva a Perú, donde lo estaban esperando.

Fue una acción absurda, como otras que se gestaron en aquellos años: la gente pensaba que el modelo de Castro y Guevara en Cuba era exportable a Suramérica y luego se vio que no. A su muerte ha seguido un olvido injusto, y hoy su figura sólo es recordada en Perú.