Pequeñas grandes obras

La época navideña se ha convertido en la temporada teatral para público infantil por excelencia. La práctica de presentar las últimas creaciones en torno a estas fechas se ha extendido entre muchas compañías. También son varias las salas que, aunque no tengan programación el resto del año, presentan ciclos específicos en esta época.

Es el caso del Teatro Español (Príncipe, 25) que exhibe en su sala pequeña, entre el 26 de diciembre y el 7 de enero, un programa que abarca seis títulos. Destaca Ping. El pájaro que no sabía volar (28 y 29 de diciembre; 12.00 y 17.30), de la compañía Títeres María Parrato, que forma parte de la terna de candidatos a los Premios Max, dentro de la categoría Mejor Espectáculo Infantil. Está recomendado para espectadores de tres años en adelante.

Abre el ciclo el montaje Batuta (días 26 y 27, 12.00 y 17.30), de Taun Taun Teatroa, que hace un recorrido a través de la música y está recomendado para público a partir de cuatro años. Para esa misma edad, los títeres de la veterana compañía Artello protagonizan De Fábula (día 30, 12.00 y 17.30). El argumento cuenta la historia de una pequeña raposa, Bulebule, en el momento en que por edad, abandona la casa paterna. Las peripecias que le suceden y el tránsito hacia la independencia para sobrevivir conforman el nudo argumental de la obra inspirada en los fabulistas clásicos como Esopo o Samaniego.

Otra de las compañías titiriteras de peso, El Retablo, presenta su creación Animales (2 de enero, 12.00 y 17.30). Recomendada a partir de tres años, es un montaje sin palabras en el que un único actor-manipulador representa varias historias protagonizadas por animales, encarnados en marionetas realizadas con materiales reciclados y de uso cotidiano y objetos transformados en títeres.

De la misma compañía es Sueño de una noche de verano (días 3 y 4, 12.00 y 17.30), para público a partir de seis años. Es una singular versión y muy humorística de la comedia de Shakespeare, que habla de encantamientos de jóvenes enamorados. Cerrará el festival del Español Kaspar, la última y exitosa creación de la compañía vallisoletana Teloncillo (5 de enero, 12.00; 6 y 7 de enero, 12.00 y 17.30). El argumento se inspira en la historia real de Kaspar Hauser, un niño que apareció en Nüremberg en 1828, después de haber vivido encerrado hasta los 13 años.

Por su parte, en el 7º Festival Navideño de la sala Pradillo (Pradillo, 12), que se celebrará del 23 de diciembre al 7 de enero, se han agrupado 12 obras, algunas de las cuales se verán por vez primera en Madrid, como la creación que presenta la compañía Kamante Teatro, ¡Qué viene el lobo! (días 28 y 29, a las 12.00, 17.00 y 19.00) que cuenta la historia de Lobezno, un cachorro de lobo que no quiere ser animal de zoológico, pero tampoco se ajusta a su papel de personaje malvado. Es una reflexión sobre la búsqueda de la identidad, realizada en teatro de títeres y objetos.

Además del ballet clásico para todos los públicos Cascanueces, el Teatro Madrid (www.teatromadrid.com) acoge en su pequeño espacio escénico La Cafetería (27 y 29 de diciembre y 3 y 5 de enero; 17.00) el montaje Robinson Crusoe... el mar, de la compañía Teatroparacontar, que lleva a escena el clásico de Daniel Defoe, a modo de musical, con tres intérpretes en el escenario y buena dosis de humor.

La sala Cuarta Pared (Ercilla, 17; www.cuartapared.es) programa estos días a dos compañías invitadas; la de Mariantònia Oliver, con el espectáculo de danza contemporánea Rasss (del 28 al 30 de diciembre), y Caleidoscopio, con el montaje de teatro visual ¡Ábrete, Sésamo! (del 2 al 4 de enero). El primero, en el que intervienen tres bailarinas y un percusionista, recrea la estética del cómic y se inspira en la comicidad del absurdo. La compañía de Oliver sorprendió en el año 2000 con su primera creación para público infantil, Bobot, un espectáculo que giró con éxito por festivales nacionales y extranjeros.