Dar la caña en lugar del pez

"Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida". Así reza un antiguo proverbio chino, tal vez bastante manido, pero que cobra todo su sentido en el caso de Kolaghat, una cooperativa enclavada en Calcuta (India), dedicada a la elaboración de productos de seda y bordados. Allí han visto cómo sus medios de vida, sus salarios, han mejorado hasta convertirse en dignos, o cómo las mujeres trabajan en medio de una comunidad muy reacia a ello. Además, el trabajo infantil ha sido totalmente erradicado, según la ONG Intermón-Oxfam.

También es el caso de Silence, una cooperativa cercana formada por personas con discapacidad auditiva y psíquica, dedicada a la producción de inciensos y velas. Cuentan, además, con un programa de apoyo "en mitad de un entorno que les condenaría de otra manera a unas condiciones de exclusión absoluta", explica Fernando Contreras, uno de los responsables de Intermón Oxfam y vicepresidente de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.

Contreras visitó recientemente estas cooperativas, así como otras en Delhi, en uno de los viajes que las importadoras de estos productos hacen habitualmente para comprobar que las reglas de comercio justo se están cumpliendo. Contreras explica que estos viajes sirven para hacer trabajos de sensibilización contra la discriminación, el trabajo infantil o para la formación de los miembros de las cooperativas.

La importadora Copade ofrece estos cursos de sensibilización y formación a los productores con los que trabaja en Honduras (unas 35 cooperativas que dan trabajo a unas 20.000 personas) sobre contabilidad, administración, informática, además de producción en serie o maquinaria. "La formación les permite acceder a créditos. Con ese dinero compran maquinaria que les permite contratar a más gente y pagar mejores salarios", explica el director de Copade, Javier Fernández. Y siguen los avances: "Empiezan a pensar en la seguridad, a usar mascarillas", destaca.