La protesta perjudica al sector turístico en plena temporada alta

La huelga ha puesto patas arriba a todos los colectivos relacionados con el sector turístico, aunque en unos casos de una forma más tangible, caso de las agencias de viajes, que en otros, caso de los hoteleros. Todos coinciden en que a la larga, el paro es malo para todo el mundo y la imagen de España como destino turístico "puede resentirse". En estos argumentos inciden Exceltur, que agrupa a 26 grupos turísticos españoles de peso, y la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo, para quien "todo el sector se ve afectado", aunque sólo sea por el embrollo de las conexiones de vuelos.

A corto plazo, para algunos la protesta se ha convertido en pesadilla. "Estamos desbordados", afirma Jesús Martínez Millán, presidente de la Cúpula Asociativa de Agencias de Viajes (CAAVE). "Ya lo estamos normalmente en los meses de junio y julio, pero al trabajo intenso de esta época se nos suma esto". Según CAAVE, de los 200.000 afectados, cerca de un 80% cerraron su vuelo o su paquete vacacional con una agencia. Es con ella con la que se las deben entender ahora.

Guardar los recibos

Las agencias aconsejan a los afectados que hagan acopio de todos los recibos de los servicios que deban costearse a raíz de la huelga -como el hotel por la pérdida de una conexión, o las comidas por los retrasos en los vuelos- para poder luego orientar en cada caso a los clientes perjudicados. "Por supuesto que no podemos unificar una demanda conjunta, pero sí debatimos con nuestros juristas cómo dar una respuesta global a los afectados, acordar un criterio sobre cómo aconsejar a los viajeros", explica Martínez Millán.

El impacto económico para el sector es difícil de calcular. Cada agencia aplica su propia fee (tarifa) por su servicio de asesoramiento y las gestiones en los viajes, "de cero, cinco o cien euros según cada caso". Y, en caso de anulación del viaje, no hay regla general sobre si la agencia va a devolver también lo que cobró por su propio trabajo de intermediación. "Desde un punto de vista comercial, lo habitual sería devolverlo todo, pero cada uno hará lo que considere", añade Martínez Millán.

"Una huelga así siempre siembra desconcierto y da imagen de falta de seriedad", opina por su parte José Guillermo Díaz Montañés, presidente de la Confederación Española de Hoteles, crítico con los pilotos de Iberia porque "parece que no entienden el esfuerzo de las aerolíneas tradicionales para adaptarse a la irrupción de las aerolíneas de bajo coste". Para Díaz Montañés, la ocupación hotelera "no se resentirá mucho" porque la huelga se anunció con tiempo.