El Defensor del Menor cuestiona el informe del Comité de Autorregulación sobre contenidos infantiles

El primer informe sobre la aplicación del código de autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia ha sido recibido con "sorpresa" por el defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades. El documento, presentado la semana pasada, apenas detectó 12 casos de programas que vulneraban los compromisos adquiridos por los operadores de ámbito estatal. El comité ha examinado en un año 124 reclamaciones, de las cuales sólo el 10% han sido estimadas. Núñez Morgades asegura que estos resultados "están alejados por completo de la realidad social que todos percibimos. Es un clamor popular que los ciudadanos están disconformes con los contenidos".

El hecho de que los operadores sólo hayan reconocido 12 situaciones inapropiadas en horario protegido (de 6.00 a 22.00) pone de manifiesto "una falta de confianza y credibilidad en el sistema". Las reclamaciones estimadas iban dirigidas contra La buena onda, Aventura en África (Antena 3), A tu lado, Aquí hay tomate, Gran Hermano y una promoción de Escuela de sicarios (Tele 5).

Núñez Morgades asegura que el código suscrito a finales de 2004 es "impecable", pero cree que la autorregulación no ha tenido los efectos esperados. "Algo se ha mejorado, pero la actuación de las televisiones está a años luz de convertirse en un instrumento que coadyuve a la educación de los menores y a no dañar su educación".

Tras criticar la "falta de compromiso hacia los menores", Núñez Morgades sostiene que los resultados del informe (de marzo de 2005 a marzo de 2006) no coinciden con los datos de una reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Este organismo reveló que el 92,2% de los entrevistados consideraba que las televisiones "deberían adaptar sus contenidos en horario infantil", y el 82,6% reclamaba que las cadenas aumentaran la programación dirigida a niños y adolescentes (por ejemplo, a través de la realización de telediarios infantiles). Paralelamente, una amplia mayoría de encuestados (89%) consideraba que los padres tienen la obligación de controlar los programas de televisión que ven sus hijos, los videojuegos que manejan y las revistas que leen.