Un manifiesto defiende una plaza de Peña Ganchegui

Un grupo de arquitectos y profesores de Proyectos de la Escuela de Arquitectura de San Sebastián ha elaborado un manifiesto para pedir al Ayuntamiento donostiarra que rehabilite la plaza de la Trinidad y le devuelva la factura que le dio Luis Peña Ganchegui en el año 1961. "Las desafortunadas intervenciones" que se han ido sucediendo "hacen que hoy se encuentre en un estado lamentable", deploró el portavoz de los profesionales, Manuel Iñiguez, resumiendo el contenido del texto. "Parece un espacio industrial de una zona degradada", añadió.

La plaza de la Trinidad, un espacio de unos 1.500 metros cuadrados frecuentado por marginados, nació como el resultado de un derribo. Peña Ganchegui aprovechó la arquitectura pública y privada que quedó al desnudo en el lugar y la barrera natural del monte Urgull para diseñar un espacio consagrado a los juegos populares vascos y para uso diario de la ciudadanía.

"Poco a poco se le ha ido dando un uso deportivo, se han colocado elementos fijos como porterías o cestas de baloncesto, se han cambiado los materiales y los colores del frontón, se ha cerrado el bolatoki...", criticó Iñiguez. "Todas estas actuaciones, junto con la colocación de unas verjas de cierre en sus accesos, colaboran a ese aspecto marginal que ha cobrado la plaza de la Trinidad, más propio de una periferia urbana degradada".

Los arquitectos decidieron poner de relieve esta situación tras participar en el seminario que los Cursos de Verano de la UPV dedicaron a Peña Ganchegui en su última edición. Y se han decidido a dar el paso ahora porque les consta, dicen, que está previsto cubrir el frontón, lo que supondría "el colmo de la degradación". "Estamos a tiempo. Se puede recuperar la plaza de la Trinidad, un referente de la arquitectura española. Además, no requeriría una inversión costosa", afirman.

La sociedad urbanística para la rehabilitación de la Parte Vieja (Parvisa) replica que "ni existe un proyecto ni ningún encargo de estudios que contemple cubrir el frontón" de este espacio, escenario emblemático del Festival Internacional de Jazz.