'Pasión de gavilanes', pasión de masas

Pasión de gavilanes ha arrasado por todo lo contrario por lo que Yo soy Betty, la fea se convirtió en el fenómeno televisivo de la temporada 2001-2002. Los dos culebrones colombianos contaban con su ración justa de buenos, buenísimos y malos impíos; con proyectos de boda-final feliz con los que mantener la tensión; árboles genealógicos que cruzan sus ramas hasta hacer casi imposible un análisis de ADN medianamente fiable; malentendidos forzados hasta el delirio... Pero si Betty (Ana María Orozco), fea, jugó con su poco afortunado físico para conquistar el instinto protector del público, han sido los espectaculares cuerpos de las hermanas Sarita (Natasha Klauss), Norma (Danna García) y Jimena Elizondo (Paola Rey), junto a los tallados abdominales de los Reyes, Juan (Mario Cimarro), Franco (Michel Brown) y Óscar (Juan Alfonso Baptista), los que reunían el jueves a 5.282.000 espectadores como media (27% de cuota de pantalla).

El culebrón que esta semana se despidió de Antena 3 ha ganado para el género a los jóvenes, una franja de edad tan deseada por las cadenas comerciales como reacia a estos productos de pobre factura y línea argumental simplona. En Canarias, donde arrancó primero, los centros de acogida para menores vivían inusuales instantes de paz en el horario de emisión de Pasión... Y ha sentado en el sofá a la abuela con el nieto, mientras el padre dormitaba la siesta en el sillón orejero con un ojo entreabierto. Para contar -en 188 episodios- que los tres hermanos Reyes quieren vengar una muerte casándose con tres hermanas, y acaban atrapados en las redes del amor, los protagonistas de este serial han cultivado la higiene ducha tras ducha, han cabalgado con furia, han interpretado muchas escenas seudoeróticas y, en definitiva, han abierto el paso a una nueva tendencia de culebrones con más carne que desgracias.

Al tirón doméstico se sumó una sincronizada campaña de promoción de los actores. Disciplinados con una agenda diseñada por expertos en mercadotecnia, han visitado (prácticamente) todos los programas de la cadena que les lanzó: del magacín de María Teresa Campos al concurso Pasapalabra, de Buenafuente a El diario de Patricia. Antes reverdecía el fenómeno fan en el madrileño aeropuerto de Barajas, y después, en gira de firma de discos. Ese contagioso a fuerza de machacado "¿Quién es ese hombre, / que me mira y me desnuda? / Una fiera inquieta, / que me da mil vueltas / y me hace temblar, / pero me hace sentir mujer". Muy sutil, vamos, y cabeza de lista como el más vendido siete semanas.

El que más ha aprovechado los vuelos transoceánicos es el argentino Michel Brown, que ganó plaza en la terna de presentadores de la Nochevieja de Antena 3 y ha sustituido a Anabel Alonso en el concurso de parejas Estoy por ti. Además, es el protagonista, junto a Baptista y Lorena Meritano (otra de las actrices de Pasión...), de la campaña de rebajas de los más importantes grandes almacenes del país, auténtico barómetro de la popularidad entre los publicistas.