Descubriendo

Buena ocasión para hacer descubrimientos la que ofrecía el jueves la Orquesta de RTVE, que tan preocupados nos tiene con su futuro. Comenzaba la sesión con Fons vitae, de Jesús Rueda, una obra de 1994 en la que se advierte lo bueno que ya era entonces el compositor madrileño. Siguió el Concierto para clarinete y orquesta de cuerda, de Aaron Copland, una perita en dulce para un solista con recursos, como la formidable y musicalísima Sabine Meyer, que supo diseñar perfectamente la doble faz del concierto, su melancolía suave y su evocación festiva.

Cerraba la sesión la Sinfonía Jeremías, de Leonard Bernstein, una de esas bellezas del catálogo del autor de West side story que se quedan casi siempre en los cajones de los programadores.

Para resolver la parte vocal se contó con Zandra McMaster, que hubo de sustituir en el último minuto a Mabel Perelstein, y que estuvo sencillamente estupenda, valiente, expresiva, como si hubiera cantado la obra el día antes.

Pehlivanian demostró amor por la partitura y la orquesta se entregó tanto a su buena visión general como al cuidado en los detalles.