Tragedia en el entrenamiento de Brasil

Una niña de nueve años muerta y casi un centenar de heridos fue el resultado de varias avalanchas debidas al exceso de público que el martes acudió al estadio de Belem en el que la selección de Brasil preparó su partido de ayer frente a Venezuela, correspondiente a la fase de clasificación del Mundial de Alemania 2006 y sin más interés que el resultado. Brasil tiene asegurada la clasificación y Venezuela está descartada para el Mundial

Dos horas antes de que la selección brasileña iniciase su trabajo las 45.000 localidades del estadio Mangueirao de Belem, donde al día siguiente se disputaría el encuentro, estaban ocupadas por los aficionados. Cada espectador, para poder presenciar el entrenamiento, había donado un kilo de comida no perecedera en favor de la lucha contra el hambre en el país. Pero unos 5.000 aficionados más hacían cola para entrar, la policía no consiguió convencerles para que se marchasen y asaltaron el estadio al derribar al menos tres vallas de acceso al graderío.

Fue entonces cuando se produjeron las avalanchas y las cargas policiales. Unas 70 personas resultaron heridas, fueron tratadas en las instalaciones médicas del estadio y después dadas de alta, pero otros cinco fueron ingresados en un hospital. Después se confirmó que uno de estos heridos, una niña de nueve años, había fallecido.