El tabaco mata

Hagan la prueba, pregúntenle a un amigo si en las cajetillas de tabaco pone "fumar mata", la mayoría dirán que sí. Falso. Es falso en España ya que pone "puede matar", que es muy distinto. Lo curioso es que este verano he comprobado que en Portugal pone "mata". No es baladí el asunto, ya que según la posición geográfica en la que se esté uno puede morir ciertamente o sólo posiblemente. O lo que es peor: un cigarrillo portugués es más letal que uno español. Bromas aparte (incluidas las bromas del Ministerio de Sanidad y sus falsas promesas de eliminar la publicidad en los medios) se hace patente la laxitud de nuestros gobernantes que miran a otro lado cuando mueren 30.000 españoles al año a la vez que se le llenan las arcas con los impuestos sobre el tabaco, cuyas enésimas subidas ayudan a la Hacienda pública. Observo horrorizado la enorme cantidad de mujeres (sobre todo las niñas) que fuman alegremente ignorando lo que la cajetilla advierte; observo anuncios en todos los medios y las películas -atrás quedó esa broma americana de prohibir el fumar en ellas- y, sobre todo, observaba a los enfermos de cáncer de pulmón en el servicio colapsado de Oncología de mi ciudad; también me preguntaba si ellos sabrían lo que ponían las cajetillas.