La otra mochila bomba del 11-M

Los artificieros de la policía pudieron inspeccionar a fondo e incluso hacer un croquis de una mochila bomba que el 11 de marzo hallaron sin explotar en la estación de El Pozo del Tío Raimundo (Madrid) y que, pese a sus esfuerzos, no pudieron desactivar. Los Tedax incluso hicieron un dibujo básico de lo que vieron en el interior de la mochila, que luego perfeccionaron. Ambos dibujos han permanecido inéditos hasta ahora y están incluidos en la parte del sumario relativa a la matanza, sobre el que ha levantado el secreto el juez Juan del Olmo.

El juez tomó declaración a todas las personas que vieron esa mochila. El policía municipal que la encontró bajo un asiento del vagón número 3 la abrió y vio en su interior "un móvil, modelo antiguo, unos cables rojos y negros y una tartera redonda y negra, que era grande y cerrada". Los Tedax la dibujaron sin tartera. El croquis le fue enseñado al municipal, que dijo que era como el artefacto que él vio y que lo único que no pudo ver fue qué había debajo de los cables.

La composición de la bomba del dibujo era idéntica a la que fue desactivada la noche del 12 de marzo en una comisaría de Vallecas, pero que también procedía de El Pozo. Sólo había una diferencia: una estaba en una mochila y la otra en una bolsa de deportes azul y negra.