El nicho de Hope y otros 10 niños sin esperanza

En el cementerio de Tarifa está el nicho de Hope, un nombre que parece una burla. Hope, que significa esperanza en inglés, era una pequeña nigeriana de menos de cinco meses que falleció a bordo de la embarcación en la que cruzó el Estrecho junto a su madre, Aicha, de 22 años, el pasado mes de abril. Su muerte conmovió incluso a quienes bregan a diario con los inmigrantes que cruzan el mar para buscar alguna oportunidad de futuro en Europa. De forma espontánea la recordaba ayer Manuel Fénix, un responsable de Cruz Roja en Cádiz, que trató de reanimar sin éxito a la pequeña: "Su madre ni se había dado cuenta de que venía muerta".

Los bebés que emprendieron el lunes la misma travesía gozaron de más suerte que Hope, que falleció de hipotermia durante el viaje.

En expediciones clandestinas han muerto al menos 11 niños desde abril de 2004 que viajaban en barcos con rumbo a Canarias o Andalucía. El 31 de marzo pasado, al menos dos niños de dos años se ahogaron tras el naufragio de la embarcación en la que viajaban hacia la isla de El Hierro.

El 1 de agosto de 2004 perecieron cinco inmigrantes frente a la costa de Tarifa, entre ellos un bebé de apenas ocho meses. Otro bebé murió el 17 de abril de ese año en aguas de Fuerteventura. El accidente más trágico se registró frente a la costa marroquí en junio, cuando volcó una embarcación sobrecargada con un centenar de personas. Murieron seis niños.