La Gardunya quedará conectada al patio de la Biblioteca de Cataluña

La plaza de la Gardunya, en el barrio barcelonés del Raval, dejará de ser la trastienda del mercado de la Boqueria. El Ayuntamiento asumió ayer una de las propuestas más ambiciosas de los vecinos. Se trata de la conexión de La Rambla con los jardines que están dentro del antiguo hospital de la Santa Creu, lo cual requerirá abrir parte del edificio en el que ahora se ubica la Escola Massana.

La reforma de la plaza de la Gardunya, que ha sido decidida por vecinos y entidades de la zona, trascenderá más allá de los límites de este espacio. El distrito de Ciutat Vella presentó ayer las conclusiones de este proceso de participación y un plan de actuaciones que comenzará en diciembre con la redacción del nuevo planeamiento y que culminará en 2007, cuando empezará la primera fase de las obras.

La parte más ambiciosa del plan es la conexión de La Rambla con los jardines Rubió i Lluch, ubicados dentro del antiguo hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Se mejorarán los accesos de la Boqueria con la Gardunya y, de paso, se reconstruirá la fachada del mercado que da a la plaza. Desde ésta se creará un acceso hasta los jardines interiores del antiguo hospital por la calle de Floristes de la Rambla. Se barajan dos posibilidades. La primera consiste en abrir sólo la planta baja de parte del edificio que ahora ocupa la Escola Massana y construir un pasaje para acceder a los jardines.

Sin embargo, fuentes del distrito admitieron que se considera la posibilidad de "abrir" todo el acceso. Ello puede suponer el derribo de un bloque entero de la escuela y una parte de otro. El director del centro, Josep Maria Vidal, ya se ha hecho a la idea de esta segunda opción. Vidal, que ha participado en el proceso de decisión, explicó que en caso de que ello ocurriera, la escuela ocuparía un edificio en la parte de la plaza que da a la calle de Hospital y que el plan de actuación que el Ayuntamiento presentó ayer destina a un equipamiento, sin especificar cuál.

El nuevo proyecto permitirá que la Gardunya deje de ser un rincón desordenado del Raval y se convierta en una auténtica plaza. De hecho, la Gardunya nunca lo ha sido: fue un convento, luego un mercado y, por último, un aparcamiento. El distrito de Ciutat Vella recuerda, por ejemplo, que ahora ninguna fachada "mira a la Gardunya".

Punto neurálgico

La reforma permitirá que la Gardunya sea un nuevo punto neurálgico. En la parte que da a la calle del Carme habrá nuevas viviendas y comercios, la biblioteca tendrá una entrada desde la plaza, el acceso al centro del antiguo hospital supondrá nuevos pasos hacia las instituciones que alberga el recinto y la plaza dejará de ser la trastienda de la Boqueria para convertirse en otra puerta al mercado.

El Ayuntamiento también ha recogido la propuesta de vecinos y entidades sobre los aparcamientos. No habrá plazas para estacionar en la superficie, sino que todas serán subterráneas. También estarán bajo tierra la carga y descarga de mercancías para el mercado. Con ello, el distrito pretende potenciar el paso de peatones por las calles adyacentes a la Gardunya.

Desde el distrito se insistió en que los nuevos planes y reubicaciones no deben suponer la marcha de ninguna institución de la plaza. De hecho, se prevé que la biblioteca adquiera más espacio gracias al traslado de parte de la actividad de la Escola Massana a otro edificio.

La decisión sobre el planeamiento de la plaza de la Gardunya se ha adoptado tras un amplio proceso de participación ciudadana. El distrito de Ciutat Vella ha recibido 173 propuestas. De éstas, 82 corresponden a visitas personalizadas de técnicos del consistorio, 60 a correos electrónicos y 31 a papeletas. Además, se han organizado reuniones con los afectados por el planeamiento, entidades e instituciones ubicadas en la zona y arquitectos relacionados con el proyecto o interesados en aportar sus ideas, entre ellos Dani Freixa.