La CEV consagra su independencia y vocación de liderazgo a través de un código de buen gobierno

"La actuación de la confederación es independiente de toda persona, entidad, grupo o poder de cualquier clase". El decálogo de principios que recoge el primer artículo del código de buen gobierno de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) consagra la "independencia" de la organización, sometida exclusivamente a "la dependencia de sus federaciones, asociaciones y empresas".

José Vicente González, que asumió la presidencia de la CEV desde hace dos meses, se mostró ayer "especialmente satisfecho" al presentar en público la primera redacción de un código que será sometido a todas las organizaciones vinculadas a la patronal provincial de Valencia para que aporten "comentarios, correcciones, adiciones, etcétera" durante dos semanas. "Esperamos aprobar la redacción definitiva en julio", explicó González.

Los principios que abren el código aluden a la "colaboración institucional, defensa de intereses empresariales o transparencia", entre otros. Destaca el "principio de liderazgo" que inspira el "papel de interlocutor" de la organización y que exige "rigor" en las propuestas, "oportunidad y anticipación".

El código recoge también las posibles comisiones y grupos de trabajo específicas, detalla las responsabilidades de la comisión económica y exige a los miembros de la junta directiva que sean, a su vez, "proveedores" de la CEV que hagan pública su doble condición. La redacción del código arrancó en 2004 y González anunció su intención de agilizar su redacción cuando asumió la presidencia.

El presidente de la patronal provincial presentó el documento con ocasión de la asamblea general de la organización, que ayer aprobó la composición del nuevo comité ejecutivo, un órgano que se amplía para incorporar a Juan Cámara, José Vicente Morata, Amparo Ruiz y Salvador Navarro; y la mitad de la junta directiva. Entre los 25 vocales sujetos a renovación, 19 repiten y sólo se incorporan seis nuevos. La única lista sometida a la asamblea incluía tantos aspirantes como vacantes.

La asamblea general también respaldó la liquidación de los presupuestos de 2004. Un ligero desfase favorable en la liquidación del presupuesto de actividades ordinarias compensa una mínima desviación en los ingresos previstos por actividades de formación. La CEV liquidó el presupuesto de 2004, que supera los cuatro millones de euros, con un saldo favorable de 3.000 euros. González recordó que las cuentas fueron auditadas "por segunda vez" en la historia de la organización.

La alocución del presidente ante la asamblea incluyó menciones al fin del ciclo económico que constató la reciente cumbre empresarial de Peñíscola y el firme compromiso de defender el eje ferroviario de transporte desde Algeciras hasta Francia a lo largo de todo el litoral mediterráneo, una postura que choca con la posición oficial de CEOE al respecto.