Vientos tecnológicos

Por la tarde, los Reyes se desplazaron hasta Granada, donde inauguraron el túnel del viento de capa límite del Centro Andaluz de Medio Ambiente (Ceama) de la Universidad de Granada, uno de los 15 de su tamaño que existen en el mundo.

Este instrumento de laboratorio de ingeniería es un enorme prisma de unos 25 metros de longitud en cuyo interior se generan corrientes de aire de hasta 200 kilómetros por hora como las que afectan a la superficie terrestre.

Con él se puede conocer desde la resistencia al viento de la vela de un barco hasta la de la estructura de los edificios, la erosión que este elemento produce en los materiales o la aerodinámica de los objetos.

En su interior, de unos dos metros de ancho, se colocan maquetas a escala, a las que un enorme ventilador aplica las condiciones eólicas que se encontrarán en el exterior.

Los científicos del área de investigación de fluidos ambientales, dirigidos por el profesor Miguel Ángel Losada, experimentaban ayer con una vela de windsurf y la maqueta de un rascacielos que se construirá en la plaza de Castilla de Madrid.

Otras aplicaciones son, por ejemplo, los tejidos con los que se construyen los invernaderos.

Losada explicó a los Reyes cómo afecta el viento a las construcciones. El científico puso como ejemplo las oscilaciones de alrededor de un metro que un viento de sólo ocho kilómetros por hora puede provocar en un puente colgante.

Don Juan Carlos y Doña Sofía, que visitaron el Ceama acompañados por Manuel Chaves y el ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, se interesaron también por el funcionamiento de su generador de olas, que simula el movimiento del mar y su impacto sobre costas, fondos marinos, barcos...