Una quincena de proyectos para beneficiar a más de 30.000 personas

Carmen Romero Martínez, tras su experiencia en el norte de África, apunta que las vías de cooperación con Marruecos deben dirigirse a la formación de los jóvenes, hacia la alfabetización, al campo sanitario y, "por supuesto, hacia todos aquellos aspectos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las mujeres".

Los 15 proyectos que coordinó en Marruecos Carmen Romero Martínez durante el pasado año atendieron, de una forma o de otra, a 30.515 personas.

Con una estrategia basada en el desarrollo productivo, es decir, luchando contra la pobreza mediante la formación, para que de esta forma, puedan acceder al autoempleo o a trabajar en empresas los más desfavorecidos, Codespa logró el año pasado que 270 personas consiguiesen un trabajo estable y que 333 más, gracias a la formación específica recibida, se convirtiesen en "microempresarios", o "en modestos profesionales autónomos".

Además, la cooperante sevillana asegura que en el informe anual de su ONG, validado por la correspondiente auditoría, figura, que, más de 19.000 personas recibieron atención médica, 8.190 asistieron a cursos de alfabetización y otras 2.658 se beneficiaron de los cursos de capacitación profesional impartido entre varios proyectos, en áreas como el textil, el bordado o la hostelería.

Por su parte, las ONG marroquíes que colaboran con la organización española y que, a la postre, son las que hacen posible que los proyectos se lleven a cabo y tengan continuidad, dan empleo estable, en total, a unas 50 personas y ocupación temporal, como profesores o monitores, a otras 100. "Cifras como éstas, cuando las ves, son", dice Carmen Romero Martínez, "las que te animan a seguir cooperando".