Medicina pública

El motivo de este escrito no es otro que el de dar las gracias a todos aquellos que trabajan en la unidad coronaria-cuidados intensivos del servicio de cardiología del Doce de Octubre (en sus diferentes categorías) y que componen un excelente equipo profesional, pero sobre todo un equipo humano inmejorable.

En fechas recientes, mi padre, Luis Denche Arias, estando en el servicio de urgencias por una dolencia gástrica, sufrió un infarto agudo de miocardio, del que fue atendido inmediatamente practicándole una angioplastia a altas horas de la noche y siendo después ingresado en la UCI, donde permaneció durante nueve días.

Hoy mi padre se encuentra muy recuperado y ha vuelto a hacer su vida con normalidad. Por ello, en nuestro nombre, como en el de toda nuestra familia, queremos expresarles nuestra gratitud con el equipo médico, enfermeras, auxiliares, celadores... A toda esa unidad que en esos días de dolor y de incertidumbre atendió a nuestro querido enfermo y nos ayudó a afrontar un trance como ése en un estado emocional lamentable como era el nuestro. Para eso fue imprescindible contar con una adecuada información sobre su evolución y tratamiento, a la par que tener un trato humano y cálido.

Éste ha sido para nosotros un caso donde la medicina pública, y en concreto el hospital Doce de Octubre, al materializar el derecho a la salud, ha sabido combinar adecuadamente dosis de profesionalidad, trabajo en equipo y trato humano.