El veredicto del Tribunal de la UE marcará la reforma del Pacto de Estabilidad

El Tribunal de la UE tiene previsto emitir hoy un veredicto que determinará la reforma del polémico Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Los magistrados dilucidarán si se ajustó o no a derecho la decisión adoptada el pasado noviembre por el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) de dejar en suspenso la vía de las sanciones contra Francia y Alemania como incumplidores recalcitrantes de ese pacto al registrar déficit públicos excesivos. Esa decisión del Ecofin fue el mayor golpe a la credibilidad del ya vituperado Pacto de Estabilidad, pero fue recurrida de inmediato al Tribunal de la UE por la Comisión Europea.

La presentación del recurso contra la decisión del Consejo (los Gobiernos) fue defendida por el entonces comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, y la decisión del tribunal es ahora esperada por su sucesor, Joaquín Almunia, como necesario paso previo para concretar sus propuestas para modificar y flexibilizar el tan criticado pacto.

El tribunal debe dilucidar si el Ecofin se extralimitó al dejar "en suspenso" un artículo del propio Tratado de la UE (el 104, apartado noveno), según el cual, en el caso de que un país siga sufriendo un déficit público por encima del 3% de su producto interior bruto (PIB) pese a ser alertado al respecto, el Consejo "podrá decidir" una serie de recomendaciones concretas para que ese Estado reduzca su desequilibrio presupuestario, ponga sus cuentas bajo control del Consejo dos veces al año y, en caso de persistir el problema, se le puedan aplicar sanciones que pueden llegar, en último caso, a una multa equivalente al 0,5% del PIB.

En el limbo

En la correspondiente votación en el Consejo, la presión de Alemania y Francia arrastró a su favor a suficientes países como para dejar en suspenso la vía de las sanciones. Sólo votaron en contra España, Holanda, Austria y Finlandia y sumaron 20 votos, uno menos de los necesarios para frenar a París y Berlín. Desde entonces, el pacto quedó congelado, en el limbo. Aunque desde entonces se han abierto formalmente expedientes a una decena de países por incumplirlo (Holanda, Grecia, Reino Unido, Italia y seis de los diez incorporados a la UE el pasado 1 de mayo), el diferente rasero empleado para Berlín y París hace inviable su subsistencia en sus términos actuales si no se aclara antes cuál es el margen de maniobra del Consejo.

Es lo que espera Almunia para perfilar más sus propuestas de reforma del pacto, aunque ya ha avanzado algunas, como la aplicación del pacto también en época de bonanza económica, la flexibilidad a la hora de analizar los problemas en uno u otro país o el refuerzo de poderes de la Comisión a la hora de coordinar las políticas económicas de la Unión.

Los expertos consultados consideran que será difícil que el Tribunal anule plenamente la decisión del Consejo, pero sí marcará la correcta interpretación de las reglas del pacto o indicará pistas posibles para la prevista reforma del mismo. En el hipotético caso de que el tribunal anule la decisión del Consejo, los ministros de Finanzas deberán adoptar de inmediato otro acuerdo sobre el expediente abierto contra París y Berlín.