"Los años ochenta se han magnificado"

El domingo, con el refuerzo de ocho violines, dos violas y dos chelos, Los Secretos procurarán revivir en el Teatro Arriaga el ambiente relajado de Con cierto sentido (Dro East West), un disco acústico en el que repasan éxitos como Ojos de gata o Déjame. Desde la muerte de Enrique Urquijo, se sitúa al frente del veterano conjunto madrileño su hermano Álvaro (Madrid, 1962).

Pregunta. ¿Qué ganan y qué pierden Los Secretos con este formato?

Respuesta. Los conciertos ganan en espectacularidad, pero supone colgar mi Gibson y mi Rickenbacker, que son parte de mi sonido. En ese aspecto, supone un reto el centrarme en hacer rítmicas y cantar, ya que mientras toco la guitarra eléctrica y canto en una banda con dinámica de pop, no canto peor, pero sí matizo menos.

P. Dice que sus nuevos fans han perdido sus referencias originales.

R. Sí, muchos no conocen la discografía de Jackson Brown, Van Morrison, Crosby, Stills, Nash & Young, Flying Burrito Brothers o Eagles. No tienen la información que nosotros, pero igual han oído cosas que yo no, y de ahí sale una generación con criterios diferentes. Así evoluciona la música.

P. ¿Añoran los años ochenta?

R. No. Ahora el público sabe más, hay mejores equipos, más radios, más oportunidades. Aquello era muy el comienzo, muy de gente muy joven con muchas ganas de divertirnos; muy alocado y destelleante de genio, de talento, pero profesional y estéticamente hablando muy cutre. Este momento es mucho mejor que aquella época dorada en la que para mí no era todo dorado, y que se ha magnificado.

P. ¿Tienen conciencia de ser un grupo esencial en la historia del pop español?

R. Esencial no. Parte de clásicos y de fondo de catálogo, sí.